Laura Vaca es un claro ejemplo de que la edad no importa para hacer lo que más te gusta. La nadadora mexicana, con más de 50 años de trayectoria e integrante del Salón de la Fama de la natación (ISHOF) de Fort Lauderdale, Florida, desde 1976 ha tenido una vida llena de éxitos y logros que muy pocos pueden presumir.
Una de estas hazañas sucedió en 2007, cuando lideró a un equipo de seis mujeres para conseguir marca mundial y récord Guinness con un cruce doble en el Canal de la Mancha. A sus 55 años, Vaca y compañía lograron recorrer 66 kilómetros en un tiempo de 18 horas y 59 minutos. Las únicas mexicanas en conseguirlo.
“Me estuve preparando y aclimatándome en agua fría… el nadar de noche, un poco contra el viento y las corrientes, son cosas que tienes que superar en ese momento y darte ánimos porque, aunque cuentes con las porras en la lancha, tu trabajo lo tienes que hacer tú en el agua”, comentó Laura en entrevista para MILENIO-La Afición.
Fue en 2007 cuando surgió esa oportunidad de recorrer las aguas en Inglaterra y formó a un escuadrón: el Altamar 66K, conformado por Ana Elisa Rodal (24 años en ese entonces), Hellen Plaschinski (43), Isabel Cantú (43), Leticia Flores (37) y Nicole González (16), siendo Rodal, González y Vaca entrenadas por Rodolfo Zarco, mientras las otras tres practicaron bajo las órdenes de Nora Toledano para escribir una historia que quedará para la posteridad.
“Formé un grupo de cinco mujeres, de diferentes edades, la más chica en ese momento 16 años, yo contaba con 55, era la más grande”, relató la nadadora. “Recuerdo que me decían algunas personas ‘¿No estás muy grande para hacer eso?’, no me siento así, siempre he considerado y tengo muy presente que la actitud te demuestra la persona que eres, yo me hice sorda a muchas cosas, y seguí adelante”.
El equipo se preparó por un año en piscinas, gimnasios y en aguas abiertas de Acapulco, en la laguna de Alchichica (Veracruz) y en el lago de Zirahuén (Michoacán), todo en temperaturas de 14 grados Celsius con la mente puesta en dos objetivos: llegar y romper el récord mundial con base en tiempo, velocidad, resistencia y fuerza de voluntad.
Se trataba de una hazaña tan ambiciosa y sobresaliente, que Laura no olvida que Felipe Calderón, en ese entonces presidente del país, le habló a cada una de ellas para motivarlas.
“A la primera que llamó, siendo la capitana, fue a mí, me asombró mucho recibir su llamado y darnos motivación, el mensaje fue que todos los mexicanos estaban con nosotros y que sintiéramos que llevábamos la bandera puesta sobre nosotros”, contó Vaca, quien le aseguró al ex mandatario que ellas llevarían los mejores resultados.
Las condiciones climatológicas retrasaron su inicio, hasta que llegó el día decisivo para Altamar 66K: el 10 de agosto de 2007, cuando se adentraron en este brazo de mar en el Océano Atlántico y comenzaron el recorrido en doble cruce.
Con un tiempo de 10 horas y un minuto, Laura Vaca y compañía realizaron la ida por la noche, en tanto el regreso se dio un día después, el 11 de agosto, con un nado que fue a la luz del sol y que detuvo el cronómetro en ocho horas con 58 minutos.
Con este récord, Altamar 66K fue recibido con todo lo alto en la Residencia de los Pinos, donde Felipe Calderón Hinojosa las condecoró por su hito en el deporte.
“Fue una experiencia increíble, porque habló de la mujer mexicana como nunca antes había escuchado a un presidente, dándonos el valor que tenemos como ser humano pero, sobre todo, el hecho de ser mexicanas, y eso no tiene precio”, recordó Laura con emoción.
FCM