Lo más destacado fue el encierro de Tenopala en la Plaza México

Cartel conformado por tres novilleros que estuvieron fatal con el estoque: Cesar Ruiz, Manolo González y Andrés García.

Lo más destacado fue el encierro de Tenopala en la Plaza México (Instagram @laplazamexico)
Octavio X. Lagunes
Ciudad de México /

10ª novillada de Temporada y 1ª de triunfadores. Otra vez del juez Enrique Braun metiendo la pata a nombre del gobierno de la capital metropolitana. Dio un arrastre lento que solo él vio; y habrá que reconocerle que negó una oreja a Cesar Ruiz que no merecía.

Toreables novillos tlaxcaltecas de Tenopala criados en Apizaco por los herederos de Don Felipe González, quienes dieron vuelta al ruedo y que debieron irse sin orejas. Novillos que no se comieron a nadie y pidieron a gritos novilleros con más sitio.

Mejoró la entrada con un sol espléndido y algo de viento. Cartel conformado por tres novilleros que estuvieron fatal con el estoque, lo que no es novedad en esta temporada. El cartel conformado por un novillero original, Cesar Ruiz, uno con mucho valor, Manolo González y otro muy verde, pero con escuela, Andrés García.

Juego del ganado. Encierro bien presentado, variopinto y bien criado en Apizaco, Tlaxcala, 1º Tumbó por apretar al caballo. Noble que embistió. Ovacionado en el arrastre. 2º Noble y débil de remos que metió la cabeza. 3º También con calidad. 4º Noble pero más serio. Se terminó dejando meter mano. 5º De emotiva salida se acabó pronto 6º El más complicado del buen encierro. Débil que se defendió, pero terminó entregándose.

De naranja y oro viejo con cabos blancos se presentó un triunfador, el hidrocálido César Ruiz, quien le llega mucho a la gente por su entrega y voluntad tanto con el capote, banderillas y muleta. Ante Turrón, el mejor del encierro, que resultó bravo y noble; se le acabó pronto el gas y llegó a pegar buenos muletazos, pero discontinuos. Entrega total al matar y dejar una entera trasera que tardó en hacer efecto. Varios fallos con la espada corta y el toro se acabó echando. Silencio y escucho un aviso. Ante el cuarto, un novillo con mucha cara, brincó al callejón un par de veces sin consecuencias. Muy revolucionado con la capa. César correspondió el brindis a Manolo en banderillas mostrándose ambos notables. Visiblemente lastimado inicia su faena y acabó por doblarse del dolor que sentía. Se metió a tablas, se recuperó un poco y volvió a plantarle cara a su novillo. Toreo entre piernas sin mandar. No pudo con él. Fue un hueso muy difícil de roer para César. Mató de entera efectiva. Petición bien negada. Merecida vuelta al ruedo.

De Saltillo se presentó Manolo González vestido de tabaco y oro y cabos blancos con reales ansias de novillero. Recibió de rodillas a un novillo muy vistoso de punta jabonera clara casi albaida, que pegaba reparos y Manolo le pegó un par de cambiados con el capote de rodillas. Invitó a banderillear a César y los dos estuvieron voluntariosos. Citó en el centro del ruedo con un cambiado por la espalda y el novillo clavó los pitones en la arena y quedó muy mermado de fuerza. Manolo con los pies quietos toda la faena. Mató de entera contraria muy defectuosa que asomó la punta del estoque. Muchos descabellos, escuchó dos avisos y abucheos. Echó todo por la borda.

Ante el quinto también lo recibió en los medios y le pegó tres cambios de rodillas. Puso banderillas con más voluntad que certeza. Con la muleta muy poco pudo hacer ante un animal que se quedaba parado y regateaba embestidas a pesar de que Manolo se quedaba bien plantado. Terminó ahogando al toro. Habría que comentarle que, una cosa es torear al público y otra es torear al toro. Escuchó un aviso y fue cogido por que se lo buscó. Él quería salir herido. Entera después de varios intentos.

El queretano, que fue el mejor vestido de grana y oro. Andrés García apodado El Ardillo, hermano de El Payo, trató de justificar su repetición en esta plaza. Se le ve que sabe torear con temple y cintura, aunque no pudo estructurar una faena ante el tercero. Pinchazo, media tendida, y una entera que hizo guardia. Utilizó la espada corta y escuchó un aviso. Con el que cerró plaza pegó buenas verónicas mostrando que tiene escuela. El Ardillo se ve que tiene clase, aunque mostró su verdor y acabó limpiando y templando su labor muleteril. Si sigue por ese camino, puede desarrollar sitio. Dos pinchazos y un machetazo a medio novillo tras un certero descabello.

El 6 de octubre se anuncia la 2ª novillada de triunfadores y ojalá sigamos viendo variedad en el ganado y algunos novilleros que sean certeros con los aceros.


ZZM

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