Alejandro Ruiz Olivares es otro de los personajes imperdibles en el Maratón de la Ciudad de México y aunque tal vez muchos no lo ubiquen por su nombre pero sí por su apodo y es que a lo largo de los 42.195 kilómetros encontrarás personas que le griten ‘Peluches’.
Ruiz Olivares siempre ha sido una persona que desde joven ha hecho deporte, incluso lleva corriendo 45 años, de los cuales 15 de ellos han sido con su botarga que “ha de pesar como unos 10 kilitos, fácil”, con la que quiso darle una alegría a todos los corredores y espectadores.
El Peluches comentó para La Afición que decidió hacer un atuendo lleno de muñecos de peluche porque “tengo que darle un toque diferente a la carrera; siempre ser humilde y sencillo, no presumir, pero dar algo que no pase desapercibido uno, que lo vean a uno, ¿qué le gusta a los niños? Los peluchitos, y a los grandes también”.
El atleta de 64 años confesó que al principio no fue fácil debido a que dijo “me meto o no me meto, ¿qué van a decir estos cuates? Estoy loco o ¿qué? No fue fácil meterme (a las carreras disfrazado), pero gracias a Dios me han apoyado, porque los corredores somos una familia”. Alejandro explicó que su objetivo es “darles un ratito de alegría, que se vayan ese día contentos, alegres y felices, que disfruten el día como si fuera el último día de su vida”.
Su primer peluche de la botarga
Ruiz mencionó que todos los peluches que lleva en su botarga son importantes, pero hay algunos que tienen una carga especial, como el primero que recibió, que es un peluche de color rojo, el cual le regaló la hija de uno de sus amigos.
“El primer peluche que me dieron es uno rojo, fue la hija de un amigo que tiene epilepsia, él la lleva en su carriolita, se activa la niña, se emociona. Hay varios (peluches) que valen mucho para mí”.
Agregó que “poquitos (peluches) me los ha dado la gente y yo los he comprado en el tianguis para que no me salgan tan caros”.
Sin permiso para correr
El Peluches fue atropellado a inicios de este año, lo que le ocasionó una fractura de pelvis, motivo por el que no tenía permitido correr hasta después de los ocho meses, pese a ello, solo se aguantó cuatro y comenzó a correr en varias competiciones de media distancia.
“El 22 de febrero me pegaron, iba yo en la bicicleta y me pegaron duro, entonces tuve fractura de pelvis, cuatro meses me aventé, no estoy autorizado (para correr), hasta los 8 meses pero me aloqué, fui a ver los de Gatorade (15k) y la corrí toda, salí una hora antes al igual que en el Medio Maratón”.
Pese a 'brincarse' una recomendación médica, el señor logró sumar otro Maratón de la Ciudad de México cargando más de 5 kilos en su botarga.
Con deseo de hacer una labor altruista
Ruiz Olivares tiene un enorme corazón que no cabe en la botarga que ha cargado por más de 15 años, pues uno de sus deseos es ayudar a personas que tengan alguna necesidad, una de sus opciones es vender kilómetros.
“Quiero vender kilómetros y donarlos al que necesite, algunos niños con cáncer o algo por el estilo. Hasta el momento no he apoyado a nadie porque todo se me ha ido en comprar cositas (de su atuendo)”.
Asimismo, El Peluches se quiere internacionalizar y es que sueña con poder representar a México en algún otro país junto con su botarga, por ello espera ponerse en contacto con algunos patrocinadores que le ayuden a cumplir esta meta.
Son más de cuatro décadas de estar corriendo, años en lo que El Peluches nunca tuvo la curiosidad de contar las carreras en las que ha participado, pero sin lugar a dudas todos los participantes y espectadores han de estar agradecidos por el color que le da a estas competiciones.
ZZM