No hubo sorpresas con los de Fernando de la Mora, ahora Tequisquiapan criados en Querétaro. El público se llevó la tarde. Fenomenal y extraordinario ambiente en la reapertura. Roca Rey en la peor tarde de su vida. Silveti sigue siendo el mismo y Adame con su habitual voluntad.
Inicio 15 minutos tarde. Algo insólito en esta plaza. Llenazo absoluto. Nunca pensaron los antis que al tratar de prohibir la fiesta la acabarían calentando. Gracias antis, nunca cambien.
No hubo tela de donde cortar. Todos a merced del juego de los toros.
El ganado bien presentado, pero de pésimo juego. 1° fijo y noble. 2° noble. 3° un marmolillo. 4° sin fuerza ni raza 5° iba de largo, el de mejor comportamiento. 6º se acabó pronto.
Abre con la capa Joselito Adame de hoja seca y oro. sin fijeza de pies. Todo lo contrario con la muleta. Sapiencia de Joselito con la derecha. Faena con algunos buenos muletazos. Estocada al encuentro. Dos pinchazos. Media tendida. Se le hizo de hueso el toro. Falló con la espada corta. Un aviso. Ante su segundo, complació a la gente banderilleando sin mucho éxito, pero si transmisión. Inició de rodillas y su toro también estuvo de rodillas casi toda la faena. Toro sin fuerza, pero sí voluntad de Joselito con algunos cambiados por la espalda que emocionaron a sus seguidores. Cerró con ajustadas manoletinas. Pinchazo y media. Silencio.
De verde bandera y oro. Diego Silveti dejó fijo los pies en un lúcido quite por gaoneras. Inició con el típico péndulo, al estilo de su tío apoderado. Buenos derechazos que no emocionan al tendido por no cargar la suerte. Entera caída. Leve petición. Saludó al tercio. Ante el quinto, Diego pegó infinidad de muletazos, la mayoría despegados que no transmitieron al público. Quiso enderezar su actuación, pero la gente le gritó Toro, Toro, recriminándole su actuar. Mató de pinchazo y entera. Aplausos.
También vestido de verde bandera y oro. El peruano Roca Rey sorteó en su primero un toro que no tenía un pase. Pegado al piso. Se cansó de pinchar y fallar con la corta. Abucheos. Ante el 6°, Andrés pegó un buen quite por chicuelinas. Con la muleta retó al viento y se la jugó con cambiados por la espalda muy vistosos que le llegaron al público. El toro se acabó muy pronto y le dio por pinchar. Escuchó los tres avisos y se le fue vivo el toro al corral. De nuevo abucheado. Las figuras también lloran.
Fuimos testigos de la peor tarde de la vida taurina del, dicho por muchos, primera figura del toreo. Andrés Roca Rey. Que pronto pase el mal sabor.
ZZM