Ernesto Javier "Calita" volvió a salir triunfante de la Plaza de Toros Lerdo, esta vez al cortar una oreja en la corrida que se desarrolló este sábado por la tarde, alternando con el tlaxcalteca "Jerónimo", quien no cortó apéndices, pero se llevó palmas y vuelta al ruedo.
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Ante una buena entrada en la "Plaza del Romance", los toreros estuvieron a la altura de los bravos toros de la ganadería de Piedras Negras. Bravos en varas y en su lidia, algunos fueron bien a la muleta.
Jerónimo salió para su primero de la tarde llamado "Tabaquero", ejemplar de de 490 kilos, al cual recibió el tlaxcalteca de buena forma con el capote, dejándolo listo para las varas. El astado de gran trapio, traía buena presencia, pero buscaba constantemente al torero, ese cabeceo no permitió que la faena luciera, para que la cuña apriete, Jerónimo falló en dos ocasiones con la espada, siendo hasta el tercer intento que logró consumar la suerte máxima, recibiendo palmas del noble público lagunero.
En el segundo toro para Jerónimo, el tlaxcalteca se vio voluntarioso, algunos pases coreados, quiso concluir rápido la faena, pero nuevamente fallaba con el acero; tres intentos hasta consumar la muerte de su rival. El público le agradeció su esfuerzo con vuelta al ruedo.
Por su parte, Ernesto Javier “Calita”, salió para lidiar a Lagunero, toro de 500 kilos y número 300 en su lote; fue el primer ejemplar para el capitalino, un astado con una presencia imponente.
El torero consentido de la afición lagunera, se los supo ganar, toreando al ritmo de la música una faena derechista, sacando el pecho, pases largos y lentos, como le gusta al "Calita".
Al tirarse a matar, una estocada hasta las cintas, lo que le valió una oreja por parte de la autoridad representada por el juez, José Luis Orozco.
El segundo astado del "Calita", fue "Fayero" de 505 kilos y número 51 en su lote. Ernesto Javier volvió a conectar con el público lagunero al brindar una tarde memorable, no pudo cortar la segunda oreja, pues falló con el acero, fue hasta el segundo intento que acabó con su rival para llevarse el aplaudo del respetable que lo sigue viendo como su consentido en los últimos años.
RCM