Una cajetilla de cigarros diaria, la adicción que causó la muerte de Jesse Owens

Una de las más grandes leyendas olímpicas falleció hace 31 años en 1980 víctima de una adicción

Jesse Owens en Berlín 1936 (Fototeca Milenio)
Ciudad de México /

Era una época en que los riesgos del tabaco aún no eran conocidos. No eran parte de la conversación y menos estaba prohibida su promoción. Por lo mismo, Jesse Owens, a pesar de ser un atleta profesional, ganador de cuatro medallas de oro olímpicas en Berlín 1936, donde es muy conocido que con su talento arruinó los planes de Hitler, falleció de cáncer al pulmón.

Fumó una cajetilla de cigarrillos diario a lo largo de 35 años, empezando a los 32. Si bien ya estaba alejado del atletismo, siempre mantuvo el interés en las justas de verano. A partir de 1979 entraba y salía del hospital para tratar el agresivo cáncer y resistente a las drogas del momento. Finalmente Owens falleció a los 66 años de edad el 31 de marzo de 1980 en hospital de la Universidad de Arizona, en Tucson.

Al día siguiente la prensa internacional lo recordaba como uno de lo más grandes olímpicos de la historia moderna, un atleta que logró 11 récords mundiales en su momento, con uno de ellos perdurando por 25 años y otro por 40. Le sobrevivieron en su momento su esposa de 47 años y tres hijas. Fue enterrado en Chicago y el presidente Carter tras su muerte declaró

“Quizá no haya mejor atleta que simbolice la lucha humana contra la tiranía, pobreza y el fanatismo racial. Sus logros personales como un atleta de categoría mundial y con distintos récords solo fueron el preámbulo para una carrera devota en ayudar a los demás. Su trabajo con jóvenes atletas, como embajador no oficial al otro lado del mundo y discurso por la libertad son parte del rico legado hacia sus compatriotas.”

  • Jimena Rodríguez
  • jimena.rodriguez@milenio.com
  • Licenciada en Comunicación por la Ibero especializada en periodismo. Redactora web e impreso Milenio La Afición y conducción en Milenio Televisión

LAS MÁS VISTAS