Cuando no es patinando, Gaby Maury rueda sobre una camioneta blanca que trae el logo de su tienda en un costado. La cajuela la mantiene llena de tablas listas para armar y de otros accesorios y prendas que promueven su marca dentro y fuera de La Laguna: TRC Skateshop, la cual este domingo cumple seis años de vida. Nadie mejor para dirigir y promover una tienda de skate.
Gaby Maury patina desde hace 17 años cuando su hermano menor, Luis, armó su primera tabla y esto llamó su atención. Ella tenía 15 años. Además, poco importó que la mayoría de los “skaters” fueran hombres, al contrario, ella misma se encargó de jalar a más chicas al ahora deporte del concreto.
“Cuando inicié era de las primeras mujeres que patinaba en Torreón y no me daba pena porque era algo que quería aprender. Después de un tiempo yo misma invitaba a más chicas a ver videos de skate de mujeres a mi casa y luego íbamos a patinar a la Alameda”.
La skater lagunera reconoce que en sus tiempos nunca sufrió de machismo o discriminación sino al contrario, tanto hombres como mujeres la apoyaban en sus participaciones en concursos tanto nacionales como internacionales.
“Llegué a participar aquí en todo México y también llegué a concursar en otros países como Italia, también estuve patinando en Barcelona, España, donde viví un tiempo y grababa videos patinando con mis amigas”.
Entre México y el viejo continente, Gaby Maury notó que en lugares como España, hay espacios públicos más abiertos a la práctica del skate, lo cual hace que las personas lleguen a practicarlo desde temprana edad y con mayor nivel.
Nace TRC Skateshop
Luego de esta carrera, en marzo de 2015 llegó la decisión de abrir una tienda enfocada a este deporte y estilo de vida.
“Yo siempre tuve ese sueño y con unos amigos que compartíamos esa idea lo llevamos a cabo. Estoy muy feliz y agradecida”.
Como todo emprendedor, Gaby Maury comentó que tenía más energía que conocimiento de cómo comenzar un negocio, pero lo primero fue lo más importante para llegar al sexto aniversario.
“Era algo que yo quería experimentar, no me veía haciendo otra cosa, ni mi carrera ni nada por el estilo, yo quería tener mi propio negocio. Después de un año se rompe la sociedad con mis dos amigos y me quedo yo como la única dueña. Fue un momento en el que no me creí capaz, tenía miedo e inseguridad, pero gracias a mi familia tuve la confianza y apoyo”.
Ahora, el espacio de TRC Skateshop se convirtió en un semillero de talento; hace un par de meses vino Mamba Stick, una rapera de Monclova que vive en Guadalajara y ahí llevó su firma de autógrafos.
“En ocasiones, cuando los artistas venían a Torreón les ofrecíamos la tienda para que ellos pudieran vender su merch y acercarse con sus fans. Han estado los Bandalos Chinos de Argentina, LNG/SHT de México, entre otros”.
Según sus palabras, ya no solamente apoyan al skate sino también a los músicos, dos escenas que se ligan casi por estado natural.
“Nunca imaginé llegar hasta los 6 años, la tienda ha tenido sus altibajos pero sí ha superado mis expectativas, quiero que siga creciendo y que la gente la siga reconociendo”. TRC Skateshop lleva el nombre de Torreón en su marquesina y es una marca que ha comenzado a forjar su identidad en torno a la ciudad donde se encuentra. “La marca la reconocen como algo local, un souvenir. Tengo mis propios productos como tablas, ropa, tazas, llaveros y gorras”, agregó.
Poder femenino
Fuera de la tienda, Gaby Maury también tiene experiencia dando talleres de skate a niños de sectores vulnerables, actividad que nació apoyada por el departamento de Prevención del Delito.
“El taller lo hice en dos administraciones para niños y niñas. Si hay prejuicios trato de que tengan otra clase de pensamiento para que no se auto saboteen y logren lo que quieran hacer”.
En el 2019, la lagunera llevó al Cervantino el primer taller de skate de este festival, el cual se enfocó a enseñar a niñas a patinar.
“Me invitaron a dar clases principalmente a niñas y mujeres. Fue de las mejores experiencias que he tenido. Con toda la buena vibra del Cervantino llegaban muchas niñas a patinar y se hizo un ambiente muy padre”.
En su regreso a Torreón, la joven lagunera publicó en una página de Facebook que pensaba abrir un taller de skate pensado para niñas y la respuesta fue mejor de lo que esperaba.
“Ahora doy clases personalizadas o nos vemos en algún punto medio y trato de incorporar eso a mi vida para hacer lo demás y complementarlo”.
CALE