Estratégicamente colocada entre Europa y Asia, además de ser conocida como el lugar de nacimiento del vino, Georgia es aquella nación donde no solo el ajedrez es de los deportes más populares, si no en el cual las mujeres, más que los hombres, son las estrellas, incluso más que las de cine.
La razón se remonta a la edad media, cuando la Reina Tamara (1166-1213) promovió la igualdad de género con la práctica del ajedrez en medio de una era de prosperidad para la nación. Ordenó que todo dote nupcial contara con un tablero de ajedrez, una práctica que perduró incluso después de su reinado. Su influencia llegó hasta reinas de otras naciones en los siglos siguientes.
Durante la época de la Unión Soviética, la gran mayoría de las representantes eran de territorio georgiano, por lo cual es lógico que desde que desapareció la URSS, Georgia ganó tres olimpiadas femeninas y dos subcampeonatos. Mientras que en los últimos 20 años son las chinas las que empiezan a sobresalir en los podios.
Nona Gaprindashvili, que aprendió a jugar desde los cinco años, fue la quinta campeona del mundo cuando tenía 20 y fue la primera mujer en lograr el título de Gran Maestro de la FIDE. Es una leyenda y es quien demanda a Netflix ya que su nombre fue utilizado en la serie Gambito de Dama en un contexto falso donde aseguraban que nunca enfrentó a un hombre. Maia Chiburdanidze fue la sexta campeona y la más joven en lograrlo.
Nana Alexandria tuvo la mala suerte de ser contemporánea de Nona y Maia, pero aún así destacó como tres veces campeona soviética, mientras que Nana Ioseliani se convirtió en Gran Maestro Femenino en 1980 e internacional en 1993 e incluso fue removida de una selección de último momento por los celos de las soviéticas. Por último, entre otras que vale la pena mencionar está Nana Dzagnidze, quien se convirtió en Gran Maestro de la FIDE en 2008 y es la más reciente estrella y la mejor rankeada de su país en la actualidad.
Actualmente hay seis jugadoras de Georgia en el Top 100 del ranking, en los noventa representaban el casi 50 por ciento de esa lista. Esta tendencia, donde incluso se puso de moda nombrar a las nuevas nacidas como Nona, Maia o Nana, es un hecho que no sucede en ninguna otra parte del mundo alrededor de la práctica del ajedrez.
RGS