El 'Jaripeo sin Fronteras' deleitó por segundo año consecutivo a miles de laguneros que se dieron cita al Coliseo Centenario de Torreón, con la presencia de la dinastía de los Aguilar encabezada por Pepe Aguilar y sus más de 30 años de trayectoria musical.
El artista nacido en Texas pero mexicano hasta el tope, fue acompañado de la familia con sus hijos Leonardo y Ángela, así como por su hermano Antonio Aguilar Jr., los cuales uno a uno pasaron al ruedo a fin de ofrecer un show al puro estilo de la charrería, al lomo de un caballo.
Las notas del Mariachi El Zacatecano no se hicieron esperar para iniciar con el evento que reunió a más de 3 mil asistentes al igual que la Banda Azul Tequila, ante un ruedo libre para que los caballos y jinetes hicieran su espectáculo.
Arranca el show
Eran las 21:30 horas, las luces se apagaban y las emociones se prendían mediante gritos y luces de los celulares que buscaban captar el arranque de lo que sería una noche de un Jaripeo sin Fronteras, en el que las suertes charras y toros de rodeo fueron parte especial del evento.
La bienvenida corrió a cargo de Leonardo Antonio Aguilar y el tema "Lamberto Quintero", montado con habilidad a un caballo de nombre Gallito, con el cual cantó también un popurrí dedicado a Joan Sebastian como antesala de la presentación de su hermana menor Ángela Aguilar.
No sin antes presentar a dos de las generaciones de charros y floreadores de la familia Rivera.
La inocencia de la llamada 'Princesa de la Música Mexicana' Ángela Aguilar, salió a relucir con un vestido color morado y su respectivo reboso, para deleitar con su voz heredada de toda una dinastía en la música regional, mediante canciones que la gente cantó como cuando sonó "La Tequilera", "Baila está cumbia" sin perder la oportunidad de interpretar "Llorona".
A continuación siguió el turno de las marometas y burlas a una vaquilla brava, con las que cuatro ágiles 'recortadores' de México y España se libraron de las cornadas y sacaban gritos de angustia a los asistentes, sin llegar a resultar con algún rasguño.
Dinastía Aguilar
El ruedo quedó libre para recibir la voz de Antonio Aguilar Hijo, montado a un caballo blanco con la imagen de su padre plasmada en la pierna izquierda del fino equino, desde dónde cantó "Gabino Barrera", "No vale nada la vida", "Que se te quite" y para cerrar "Como me acuerdo de ti".
Previo a que saliera al ruedo Pepe Aguilar, los jinetes de Cuernos Chuecos dieron cátedra de cómo se montan toros de media tonelada de peso, lo cual sacó el aplauso del respetable en reconocimiento de sus peligrosos actos, mientras los payasos de rodeo hacían su show.
Ya cerca de la medianoche llegó el momento estelar y la gente entró en su punto más alto de emoción cuando veían salir a Pepe Aguilar montado a caballo color marrón, con vestimenta elegante de charro y las notas de banda al sonar "100 % Mexicano" y "El Muchacho Alegre" para afinar garganta.
"Recuérdame Bonito", "Directo al Corazón" y "Me vas a extrañar" sacaron algo más que suspiros de los enamorados, los cuales agradecían a modo de aplausos, gritos y piropos dirigidos a Pepe Aguilar.
En cada oportunidad, el público dejaba sentir su cariño de reconocimiento con gritos y aplausos, los cuales crecieron en intensidad cuando cantó "Por mujeres como tú" y "Me estoy acostumbrando a ti”.
Siguieron los éxitos salidos de una voz con más de 30 años de trayectoria con las que puso a cantar y a gritar a todos con "Acá entre nos" y "Hermoso Cariño" y "Albur de amor", así como más de sus mejores temas como "Por una mujer bonita" y "Perdóname".