Es muy conocido el episodio del boicot de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, así como el boicot de la Unión Soviética a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles como respuesta en 1984. A ambas naciones se unieron distintas delegaciones que terminaron por afectar la competencia deportiva de dos ediciones de uno de los magno eventos de la industria más trascendentes de la historia.
Pero ¿cómo realmente se llegó a esta decisión por parte de EU? Acorde a los archivos del Departamento de Estado de EU, la idea del boicot se planteó por primera vez durante una reunión de la NATO en diciembre de 1979, unos días antes de que la Unión Soviética invadiera Afganistán. La invasión fue la principal razón mediática para que en 1980 el gobierno de nuestro vecino del norte llevara a cabo distintas acciones de “castigo” contra el gobierno de Leonid Brezhnev.
Si bien se reportó que el presidente Jimmy Carter, que entraba a su último año de mandato, comenzó a dudar si en verdad llevar a cabo un embargo, fue el 20 de enero de 1980 que en un episodio del programa Meet the Press decidió mandar un ultimátum a la situación demandado que si en un mes las tropas no se movían de territorio afgano la justa olímpica debía cambiarse de sede o ser cancelada “Sin importar lo que otras naciones hagan, no estoy a favor de mandar un equipo olímpico americano a Moscú mientras los soviéticos invaden Afganistán”.
Carter mandó a Muhammad Ali a África a convencer a otras naciones de unirse al boicot, mientras que llegar a un acuerdo con el equipo olímpico de EU no fue fácil y tardo meses. En varias ocasiones el presidente reafirmó la decisión, pero no fue hasta abril que el Comité Olímpico del país aceptó la decisión. 64 países se unieron al mensaje de EU, mientras que 80 naciones viajaron a la justa aquel verano.
RGS