Dentro de la historia del deporte mexicano y del olimpismo de nuestro país, Joaquín Capilla tiene un lugar especial. El clavadista olímpico es considerado uno de los mejores deportistas que han surgido en nuestro país, en gran parte por ser el máximo ganador de preseas en las justas veraniegas.
Y fue un día como hoy, pero de 1952, cuando Capilla consiguió plata en la plataforma, la única presea de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en Finlandia. Aquella fue su segunda presea conseguida (ya se había hecho con el bronce en la plataforma de Londres 1948), convirtiéndose en el primer mexicano que consiguió medallas en más de una edición olímpica.
Joaquín Capilla y sus cuatro medallas olímpicas
Los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 tuvieron un toque especial, ya que el clavadista (nacido el 23 de diciembre de 1928 en la Ciudad de México) fue elegido como el abanderado de la delegación mexicana, que venía de ganar cinco medallas (dos oros y una plata en equitación, además de bronce en clavados y equitación) en Londres 1948, tratándose de la mejor actuación del país en Olímpicos, en esos tiempos.
Pero la situación no fue idéntica en el país nórdico, en donde México no pudo meterse en el podio más que una sola vez, con Joaquín Capilla y su medalla de plata en la plataforma de 10 metros.
Su camino a la plata
No fue sencillo, ya que se fracturó la mano durante un entrenamiento, además de que se quedó con un sabor amargo por quedarse en el cuarto lugar en el trampolín de tres metros.
En la primera ronda, Capilla consiguió una calificación de 78.46 y finalizó segundo en la primera ronda, disputada el 31 de julio. Fue un duelo interesante contra el estadunidense Sammy Lee (86.38).
Para la Final, Capilla tuvo un comienzo complicado y llegó a ocupar la séptima posición, pero su habilidad a la hora de hacer clavados complejos y elegantes, fue que pudo subirse en la contienda en las que terminó con la presea de plata, al culminar con 145.21 puntos, a 11.06 puntos de Lee (156.28).
OMCS