Toda la semana los jugadores lo repitieron una y otra vez: "es un sueño jugar en la cancha central de Roland Garros". Y bueno, si el hecho de pisar la Philippe Chatrier ya era un sueño cumplido, el ganar el tercer Major de la Premier Pádel aquí, en uno de los escenarios más emblemáticos del mundo deportivo, es quizá el triunfo más simbólico de sus carreras.
Y ese merecimiento lo tuvieron los españoles Juan Lebrón y Alejandro Galán, los número uno del ranking. Sí, la semana perfecta para la mejor dupla que hay hoy en día en este deporte.
Un duelo parejo
Durante este tercer Major de la Premier Pádel no hubo una pareja más sólida que la de Juan Lebrón y Alejandro Galán, no en balde son los número uno del ranking mundial. Y este día lo demostraron en el Philippe Chatrier venciendo a los entusiastas Juan Tello y Federico Chingotto, una pareja que trabajó mucho por esta final y que vendieron muy cara la derrota, forzando a un tercer set.
El primero se fue rápido con Lebrón y Galán exhibiendo su mejor nivel desde el principio. Ganaron el primer juego, hubo respuesta de los argentinos para igualar, pero llegó el 2-1 y luego el rompimiento del saque para irse hasta el 4-1.
De ahí el resto del set se fue en el curso normal, alternando juego por saque, concluyendo sin mayor sobresalto con el 6-3 a favor de los españoles.
Para el segundo los argentinos comenzaron con su saque, tratando de conservarlo para no dejar ir el set de manera rápida. Se anotaron el primer juego, pero eso no era lo difícil, sino el de tratar de romperle el servicio a los oponentes, pero no estuvieron ni cerca y el partido se puso 1-1.
Los siguientes dos juegos se repartieron en el orden de saque sin que ninguna dupla estuviera cerca de romper. Cosa que no sucedió con el quinto juego, el cual fue el más reñido y largo de la competencia, ambas duplas lo pelearon de manera encarnecida, los españoles para romper estuvieron muy cerca en tres ocasiones, y los argentinos para salvar su saque, lo que finalmente pudieron lograr.
El siguiente juego fue para Lebrón y Galán, muy efectivos, igual que Tello y Chingotto que mantuvieron su saque para el 4-3.
Así el partido transcurrió sin que nadie cediera nada. Hasta que llegó el décimo juego, con el marcador 5-4 para los argentinos; ahí hicieron gala de un mayor espíritu de lucha y por fin rompieron el saque, ganando el set y mandando al tercero y definitivo.
En la pista del Philippe Chatrier
La de esta tarde fue la mejor entrada de toda la semana en el complejo de Roland Garros. Sin ningún problema más de la mitad de las tribunas del Philippe Chatrier estuvieron llenas (más de siete mil personas), que para un deporte como el pádel que intenta consolidarse en Francia, debe verse como un éxito mayúsculo.
Y la gente respondió como en el mejor de los espectáculos, aplaudiendo y apoyando a sus favoritos de inicio a fin. Las porras, la música del tambor, los gritos de broma y hasta la ola -invento mexicano- se hicieron presentes en esta gran final.
Dentro de la caja de pádel las dos parejas no soltaron su sueño de coronarse en París. El saque fue primordial y se mantuvieron a raya hasta el 3-3 cuando Lebrón y Galán se pusieron 40-0 para romper, aunque los argentinos tuvieron reacción para igualar 40-40. Vino una jugada que mereció ser revisada y otra vez los españoles tuvieron punto de quiebre y la pelea se hizo dramática. Lo pelearon mucho y al final los ibéricos rompieron para ponerse 4-3, con el servicio de su lado, por eso se abrazaron con efusividad.
Y sí, el siguiente juego fue para ellos, así que el título ya dependía de mantener el saque. Se pusieron 5-3, Tello y Chingotto acortaron a 5-4, y llegaba el momento definitivo.
Aquí Lebrón y Galán demostraron su jerarquía, aunque cedieron el primer punto, mantuvieron la calma para darle vuelta y luego se acomodaron con un 40-15 para ir por el campeonato, el cual llegó enseguida. Los dos se tiraron al suelo y recibieron una ovación de pie por parte del público.
Hoy Roland Garros se rindió de nueva cuenta al acento español, pero esta vez no fue el de su rey Rafael Nadal en el tenis, sino el de dos chicos que tratan de llevar al pádel a niveles insospechados. Hoy, con la bendición en el Philippe Chatrier podría ser un gran parteaguas.
FCM