Esta tarde se lidiaron seis novillos bien presentados de La Playa, una ganadería que tenía varios años sin presentarse en el coso capitalino. La variedad de pintas –dos cárdenos, dos negros zainos y dos berrendos– es una pequeña muestra de la diversidad de fauna que habita y convive en esa misma ganadería, localizada en Lampazos de Naranjo, en el norteño Estado de Nuevo León, que atinadamente maneja la familia Quijano.
Cabe mencionar que la entrada de público disminuyó un poco respecto de domingos anteriores, toda vez que el horario de la novillada coincidió exactamente con la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París.
Destacaron los novillos cárdenos que se lidiaron en primer y segundo lugar, de nombres Jardinero y Pintor, que fueron aplaudidos en el arrastre. Ambos tuvieron clase y recorrido, especialmente el segundo, que recibió los honores del arrastre lento, aunque fue lamentablemente desperdiciado.
La novillera duranguense Luz Elena Martínez destacó sobre sus alternantes, porque tiene valor y quietud, lo que le permitió pegar algunas verónicas suaves al único novillo que lidió, así como ligar algunos derechazos y naturales de mucha calidad al primero de la tarde, que brindó al empresario Juan Pablo Bailleres. El público jaleó con entusiasmo algunas de sus tandas de naturales, dada la cercanía y temple de los mismos. Desafortunadamente pinchó en su primer intento de estocada, con lo que perdió la oreja que prácticamente tenía cortada. En su segundo intento logró una valiente estocada al encuentro, porque aguantó y esperó mucho al novillo, resultando herida con una fuerte cornada en el muslo derecho. El novillo tardó en doblar y el gozo se fue al pozo. Deseamos que se recupere y poder verla nuevamente en la Plaza México.
El novillero mexiquense Paco de la Peña también resultó herido en el cuarto de la tarde, al recibir un puntazo durante la faena de muleta, tras el cual cayó de muy mala manera en la arena, lo que le impidió regresar al ruedo. Este novillero, que es rechoncho, muy bullidor y bastante gritón, no logró redondear al mejor novillo de la tarde, lidiado en segundo lugar. Se ve que ha toreado más novilladas que otros novilleros que se han presentado en la monumental capitalina, pero torea algo despegado, expulsando los pases hacia afuera, y con poca fijeza de pies, lo que hace que su toreo sea deslucido. Con la espada estuvo muy desacertado, recibiendo dos avisos.
Finalmente, el novillero tamaulipeco Kevin Loyo tuvo algunos momentos destacados en el inicio de sus faenas, a base de cambiados por la espalda y pases de rodillas, para después pegar muchos pases insustanciales, sin ligar ni redondear las tandas de muletazos, además de sufrir algunos inoportunos desarmes, lo que hizo que el público se pusiera del lado de los novillos. Con la espada estuvo algo mejor que sus alternantes, aunque debemos resaltar que dio un bajonazo infame a su primero.
ZZM