El arquero mexicano Luis Álvarez se ha caracterizado por tener un temperamento serio, y a la vez malhumorado, y eso no cambia ni cuando logra resultados deportivos destacados para México en eventos internacionales.
Un ejemplo fue la justa olímpica en Tokio 2020 donde al ganar la medalla de bronce, junto a Alejandra Valencia en la prueba mixta, Luis no mostraba una sonrisa de satisfacción tras ya ser parte de los medallistas olímpicos de México, sino que seguía con su estado serio y a la vez respondiendo en tono molesto las preguntas de los medios de comunicación.
Y esa seriedad la ha tenido desde su niñez e incluso en ese entonces le pusieron el mote del “Abuelo”, un apodo que no es de su agrado pero se acostumbró a que le llamen así y en la actualidad sus compañeros arqueros así lo identifican mejor.
“El apodo del Abuelo no surgió de algo bonito. Eso me lo dijeron a los 12 años. Dime a qué niño le gustaría que le dijeran así. Era bullying. A la fuerza adopté el apodo. Es que sí era muy amargado cuando estaba más morro. Para Londres 2012, el apodo me ayudó, creé una dualidad entre Luis Álvarez y El Abuelo”, declaró Álvarez.
En esa justa olímpica de Londres, Álvarez obtuvo el cuarto lugar por equipos junto a Juan René Serrano y Luis Eduardo Vélez, mientras que en individual se quedó en segunda ronda. Para Río de Janeiro 2016 no asistió, y Álvarez no se rindió al pelear en el proceso de Tokio 2020 donde logró la medalla olímpica.
Luis se ha mantenido de manera constante en la Selección Nacional desde el ciclo de Londres 2012, y otro resultado destacado es el oro que obtuvo en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, de manera individual y por equipo.