El narco la alejó de México y hoy está cerca del UFC, así es la historia de Lupita Godínez

La campeona de LFA sueña hoy con el máximo nivel del MMA, pero en 2008 tuvo que emigrar de México a Canadá junto a su familia, por la ola de violencia que azotó varios estados

Lupita Godínez (Instagram)
Ciudad de México /

Lupita Loopy Godinez es un caso raro en el deporte mexicano, pues tiene también la nacionalidad canadiense y está muy cerca de llegar al UFC.

El pasado 30 de octubre se convirtió en campeona de LFA, una de las promociones que envía más peleadores al máximo nivel y lo hizo de forma convincente en una de las mejores peleas femeniles del año ante la ex monarca Vanessa Demopuolos, pero para llegar ahí, su familia tuvo que hacer un largo recorrido y muchos sacrificios.

María Guadalupe Godínez González nació en Aguascalientes, donde practico varios deportes gracias al apoyo de sus padres, que tenían una vida cómoda en México: “Mi mamá me metió al judo cuando yo tenía como 10 años, la verdad me fue muy bien y estaba compitiendo en todo México, pero la verdad cuando comencé a crecer tuve que dejarlo por un tiempo”, explicó en entrevista con La Afición.

Todo cambió en el 2008, cuando la ola de violencia se desató en casi toda la república mexicana y el crimen organizado amenazó el negocio de su padre, que decidió partir a Canadá para proteger su vida y la de sus hijos.

“En ese entonces mis papás tuvieron que tomar la decisión de irnos de un día para otro y sin vuelta atrás. Fue una etapa muy difícil porque nadie hablaba inglés, no podíamos ir a la escuela y mis papás no tenían trabajo. Empezamos desde cero, no podíamos ni pedir una hamburguesa porque nadie sabía inglés”, agregó la peleadora que se mantiene invicta como profesional.

Después de ser un empresario en México, llegaron a Vancouver, donde improvisaron, continuó Godínez: “luego consiguieron trabajos, mi mamá limpiando, mi papá pintando… lo corrieron del trabajo porque no sabía pintar a los dos días. Siendo que en México, él tenía su propio negocio, tenía sus propias cosas. Para un hombre de 40 años no es una cosa fácil”

Finalmente la familia encontró su rumbo, “En México tenía un negocio de carros (lote de autos usados), y mis hermanos y yo lo ayudamos, fuimos a los locales y tratábamos de explicarles en el poco inglés que mi papá quería trabajo limpiando los carros porque obviamente no podía vender, por el inglés y porque aquí te piden muchas cosas. Así empezó a trabajar poco a poco y empezó su propia compañía limpiando carros, tocando de puerta en puerta, a veces nos la cerraban en la cara, pero siempre estuvimos trabajando”.

Luego de varios meses de padecer logró entrar a la escuela y retomar el camino del deporte, que le llamó la atención desde que era una niña “nosotros no podíamos ir a la escuela porque no teníamos los papeles. Con el tiempo las cosas fueron mejorando, aplicamos por la residencia y volví a meter al judo hasta que me lastimé la rodilla y lo tuve que dejar”.

Cuando el sueño de convertirse en atleta profesional parecía lejano, encontró en la ex monarca del peso gallo y olímpica en judo, Ronda Rousey su inspiración: “Un día fuimos a un bar y estaba una pelea de Ronda Rousey y yo dije quiero hacer eso. Mi novio me dijo está bien, pero te tienes que poner a entrenar y me llevo a donde entrena su mejor amigo, que es mi actual gimnasio Titan MMA”, detalló.

Aunque hoy tiene seis victorias y el cinturón de LFA sin conocer la derrota como profesional, no fue sencillo mantener el espíritu, pues los resultados no llegaron de inmediato: “En un momento de mi carrera amateur tuve una ganada y cuatro perdidas y pensé que esto no era para mí, pero trabajando logré ponerlo en cuatro y cuatro y pues ya me volví profesional y aquí estamos”, cuenta Godínez vía remota.

Su camino está en el MMA, pues dice disfrutar el combate y más cuando hay intercambio: “Yo mejoré entrenando todos los días, repetición y repetición, viniendo del judo yo quería estar más cerca, con más contacto. Pero esto es algo que tienes que hacer todos los días para perder el miedo y soltarte, hice dos peleas del boxeo para irme aclimatando y yo creo que lo tengo en la sangre, porque la verdad cuando me pegan, como que me gusta”, dijo con una sonrisa.

Su llegada a UFC

Lupita se describe como “hecha en México” y aunque hoy tiene la doble nacionalidad se considera mexicana, y tiene el sueño de ser la cuarta peleadora nacida en su país en pisar el octágono del UFC: “Yo estoy lista para entrar al UFC y creo que lo he enseñado, todas las peleas que he tomado como profesional han sido con pocas semanas de aviso, las he tomado y las he ganado. A mí me encanta ver a Alexa Grasso e Irene Aldana pelear, las admiro mucho y las veía desde que estaban en Invicta”, declaró Godínez.

La poseedora del cinturón de las 115 libras de LFA cumple con la cuarentena obligatoria de 15 días que pide Canadá tras el viaje internacional y se recupera de un corte en el pómulo izquierdo, pero asegura que podría debutar este mismo año si recibe la llamada de la promotora de MMA más grande del mundo.

SFRM

  • Carlos Contreras Legaspi

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