Guadalupe González se niega a ver el final del camino. Ella, quien tocó el cielo con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016, aún tiene la esperanza de regresar a la alta competencia; por eso no ha dejado de entrenar, pese a que aún le restan más de cuatro años de suspensión por haber dado positivo en una prueba y haber falsificado documentos para su defensa.
Y es que para Lupita González, todo el camino que llevaba se torció en 2018. Desde el 16 de noviembre de ese año empezó una suspensión que, en principio, sería de cuatro años por dar positivo a trembolona; sin embargo, tras la apelación que realizó su defensa, la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU, por sus siglas en inglés) la acusó por manipulación y falsificación de documentos, y le dio otros cuatro años más.
Guadalupe metió otra apelación al Tribunal Arbitraje Deportivo para que la última suspensión se anule, y mientras espera su audiencia –que podría darse en estos días–entrena por las mañanas en el Parque Bicentenario o en las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano con la esperanza de competir ya en 2023. Sí, el sueño de estar en París 2024 no se ha esfumado, pero también tiene claro que de mantenerse su castigo, quizá sí, ya llegue el final de su camino.
¿Hay esperanza de que termine tu sanción en noviembre?
Nos hemos mantenido activos porque tenemos la esperanza de que ya pronto pueda competir otra vez. Me mantengo en forma y de la mejor manera que puedo. Tengo la esperanza de que pase; existen injusticias en el deporte, yo lo estoy viendo y esperemos que se solucione esto, que solo sean estos cuatro años y que ya en noviembre pueda competir.
¿Qué has hecho en estos cuatro años de suspensión?
Traté de mantenerme positiva, aunque sí he tenido días complicados, pero es importante mencionar el trabajo en equipo que hemos hecho con el entrenador y con mis compañeros. He visto a marchistas que están en competencias y me preparo con ellos, y todo eso me motiva a seguir entrenando.
¿En qué otras áreas de tu vida te ha afectado la sanción?
Creo que en todo. Principalmente en mi carrera, quien haya hecho esto logró muchas cosas, pero creo que sacándole lo positivo, he aprendido mucho, he tenido que sobreponerme a los días malos; aún conservo mi trabajo en la Secretaría de Marina, son los que me han apoyado y siguen creyendo en mí; no me han dado la espalda como todos los demás.
Si pudieras retroceder, ¿en qué cambiarías tu defensa?
Yo creo que en los abogados… en haberme dirigido directamente a la Conade; siento que en ese momento no le pusieron la debida atención, lo tomaron muy a la ligera, no creyeron en mí y hasta la fecha no lo hacen. Cambiaría ese momento que me tomaron mi muestra, en haber dejado mi muestra descuidada porque estaba muy deshidratada. También cambiaría el exceso de confianza que tuve hacia el químico que me tomó la muestra, ya que esa persona ha testificado en mi contra y ha manipulado las declaraciones que ha dado. Además, me hicieron dudar y tuve que hacer y decir cosas que no quería, pero me hicieron ver que era la única manera. Jamás hubiera dudado en mi inocencia, y no sé porque dudan tanto sí mis pasaportes biológicos están limpios, siento que algo raro pasó ahí; no sé quiénes hicieron esto, pero sí afectaron completamente mi carrera.
¿Cómo va la apelación?
Me han estado dando largas y no entiendo por qué no me dan fecha para la audiencia, la han estado retrasando mucho. Mi abogado Adrián Camargo me dice que está en las mismas, no hay fechas. Me habían dicho que en mayo y ya estamos en este mes, esperemos que ya se dé.
¿Mantienes la concentración como si ya fueras a competir?
La verdad que en un entrenamiento me llegó a imaginar en una competencia que ya estuve. No pierdo la esperanza, porque todavía quiero creer que el deporte es limpio y que se hará justicia, porque jamás me dopé, y si el error que cometí fue una mala orientación, lo estoy pagando muy caro, además he aprendido de ese error.
De no salir a favor la apelación ¿Esperarías cuatro años más o ya te retirarías?
No sé si esperar hasta el 2026 porque ya son otros cuatro años y sería como empezar otro castigo. El tiempo pasa y aunque hago trabajos pequeños el cuerpo lo va resintiendo y no tengo ahorita una respuesta a qué haría si sigue el castigo. Tengo la esperanza de que se pueda solucionar.
FCM