Hoy se cumplen ocho años de la medalla de bronce que consiguió María Espinoza en Londres 2012, la cual es la segunda de tres preseas olímpicas que ostenta la sinaloense, pero fue el metal que más disfrutó por el camino complicado que tuvo para llegar a ese podio.
“En el momento en el que gané el combate, solté toda la presión y tensión, pero no de ese momento, sino de todo el ciclo olímpico, y al final me llevé un buen aprendizaje por todo lo que viví. Es una de las medallas más complicadas de obtener, y de las que más he disfrutado, diferente a las otras dos, con sabores diferentes, pero creo que me queda la misma sensación de subirme al podio olímpico. También recuerdo al profe Gato, y hace ratito que estaba viendo los videos y veía como celebramos ese momento”, declaró Espinosa.
La también triple medallista mundial recuerda el complicado ciclo que tuvo previo a ese bronce, donde se separó de la selección nacional después de no lograr su objetivo de subir al podio en el Mundial de Corea 2011. Espinosa decidió dejar al equipo comandando en ese entonces por José Luis Onofre, y seguir su preparación con Pedro Gato, quien era el preparador físico, y al hacerlo, María se quedó sin un espacio adecuado para realizar sus entrenamientos, y debió conseguir apoyo con taekwondoínes para tenerlos como sparrings.
En primera instancia entrenó en un cuarto ubicado en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, y después se tuvo que preparar en las instalaciones de la Conade.
“Un camino complicado desde que me separé de selección nacional, e hicimos un equipo con el apoyo de unos chavos que no tenían la experiencia de una selección mayor, pero al final salió adelante este sueño que cada uno de nosotros teníamos, y ahora queda como el recuerdo de esa medalla de bronce. En el momento en el que gané el combate, solté toda la presión y tensión, pero no de ese momento, sino de todo el ciclo olímpico, y al final me llevé un buen aprendizaje por todo lo que viví. Es una de las medallas más complicadas de obtener, y de las que más he disfrutado, diferente a las otras dos, con sabores diferentes, pero creo que me queda la misma sensación de subirme al podio olímpico”, mencionó.
En esos olímpicos, María, en la categoría de más de 67 kilos, ganó su combate de primera ronda a Davin Sorn de Camboya por 3-2, y en la segunda etapa fue eliminada por la serbia Milica Mandic por 6-4. Después a María no le quedaba mas que esperar si la serbia llegaba a la final y así automáticamente darle la oportunidad de disputar el bronce, lo cual así pasó y le volvió la esperanza la mexicana para no irse con las manos vacías.
“Cuando caí en la segunda ronda, seguí los pasos de la chica de Serbia, pero tenía una tristeza muy grande, porque había perdido la oportunidad de avanzar, de ir por la medalla de oro, y de momento me dijeron prepárate porque vas a pelear por el bronce, y fue cuando sentí ese shock de energía y de motivación, y no fue fácil porque era enfrentarse con la cubana por ese bronce, y ella ya me había ganado meses antes, pero mi mente estaba enfocada en que esa medalla iba a ser mía y nadie se va a quedar con ella mas que yo”, indicó la taekwondoín.
Ya en el repechaje, la sinaloense venció a Talitiga Crawley de Samoa por 13-0, para así avanzar a la pelea por la disputa del bronce, donde ahí le ganó a la cubana Glehnis Hernández por 4-2.
“En ese momento era medalla de bronce o quedarme sin nada, y creo que es una de las cosas más complicadas que estar en una final, por el hecho de que en la final sabes que tienes una medalla asegurada, y cuando es una semifinal buscando el bronce te pasan muchas cosas en ese momento, porque si no das todo te quedas sin nada”, expresó la deportista.
María logró la medalla de oro en Pekín 2008, el bronce en Londres 2012 y la plata en Río 2016, y se mantiene en preparación para buscar la plaza para Tokio 2020. Espinoza deberá disputar ese boleto con Briseida Acosta.
“Tengo muy claro llegar a Tokio, y sigo con ese sueño de ir a mis cuartos Juegos Olímpicos, y retirarme con mi cuarta medalla olímpica”, dijo.
RGS