La jinete Martha Fernanda del Valle clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio a principios del año pasado, un sueño que comenzó a buscar en 2017 cuando subió a la categoría del Gran Premio; además, fue un logro muy especial, ya que consiguió el boleto con Beduino Lam, el caballo de raza lusitana que ha cabalgado durante 15 años.
Del Valle, quien está clasificada en la prueba de individual adiestramiento, por ahora entrena en la ciudad de Hagen, Alemania, ya que en esa sede ha tenido más facilidades para continuar su preparación ante esta pandemia, y espera volver a las competencias internacionales para abril y foguearse rumbo a Tokio 2021.
¿Cómo te sientes de tener tu boleto olímpico?
Estoy pensando en este sueño hace muchos años. Me acuerdo que desde chiquita le dije a mi papá ‘yo quiero hacer eso’, una vez que estábamos viendo el video de una justa olímpica; para lograrlo hubo muchos años de trabajo y de mucha preparación. El caballo con el que estoy clasificada es muy especial, porque fue criado por mi papá e hicimos todo el recorrido juntos, desde los niveles más bajos y ahora ya llevamos 15 años. Después cuando llegamos al nivel más alto, que se llama Gran Premio, conseguimos un lugar en el equipo para los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y de ahí empezamos a buscar los puntos para Tokio.
¿Cómo fue el camino?
En la segunda o tercera competencia de Florida fue cuando logré el pase, cuando llegué ahí me faltaba un resultado y eso me daba la posibilidad de tener los requerimientos de la Federación Ecuestre Internacional y la Federación Mexicana. Después había que competir entre los mexicanos y quien estuviera más alto en el ranking obtenía la plaza. Con mi caballo fue un proceso de paso a paso, fue ir subiendo de nivel, cuando conseguí ir a los Panamericanos pensé que podía hacer algo más y así fue.
¿Dónde estarás realizando tu preparación de cara a Tokio?
Estoy en Alemania, el año pasado llegamos por tres o cuatro meses antes de los Juegos; después de que empezó la pandemia nos quedamos aquí, por lo tanto ya llevó un año en este país, gracias a Dios hemos podido seguir entrenando y adaptándonos. El año pasado solo conseguimos estar en dos eventos, una en Alemania y otra en Francia. Este año teníamos planeado competir, pero primero seguía el tema del covid-19 y después vino el herpes equino y con ello cancelaron todos los eventos hasta abril, así que cuando vuelvan a autorizar las competencias empezaremos a foguearnos, y el plan es quedarnos aquí hasta Tokio.
¿Cuál es tu expectativa en los Juegos Olímpicos?
Para mí el objetivo es igual cada vez que salimos a competir, es darlo todo, hacer siempre lo mejor que podamos hacer el día de la competencia; nos preparamos mucho tiempo y lo importante será disfrutarlo, pero haremos todo lo mejor que podamos. Ponerse como objetivo un lugar depende de muchísimos factores porque es un deporte de apreciación, quienes nos otorgan las calificaciones son seres humanos y jueces, ese día te pueden ver de un ángulo o de otro, lo que puede cambiar su perspectiva. A final es apreciación y lo que le puede gustar a uno no le puede gustar al otro, aunque obviamente hay muchas reglas y criterios. Lo que está en nuestras manos es hacer lo que nos toca y disfrutarlo.
¿Por qué elegiste esta disciplina deportiva?
Desde chica mi papá me presentó con los caballos, como a los cinco años, y desde ahí me gustó. De hecho, quería dedicarme más a los caballos, pero también en mi casa me decían que estudiara, entonces estudié derecho y al terminar me dediqué de lleno a ellos.
¿Vendrás a México para ponerte la vacuna?
Creo que es una responsabilidad de todos cumplir con los lineamientos que nos pidan para que se puedan realizar los Juegos; entonces, estaremos esperando para ver qué nos dicen, estoy del otro lado del mundo y no es tan fácil viajar. Estoy en espera, ver si es más factible viajar a México u obtener la vacuna por acá.
FCM