El portero de los Columbus Blue Jackets el letón Matiss Kivlenieks, de 24 años, que falleció la pasada noche, murió como consecuencia del traumatismo que le causó en el pecho la explosión de un mortero de fuegos artificiales errantes y no debido a una caída, informó este lunes un médico forense de Michigan.
La policía de Novi, Michigan, informó que los fuegos artificiales de estilo mortero lanzados el domingo por la noche se inclinaron ligeramente y comenzaron a salir disparados en dirección donde se encontraban las personas cercanas, entre las que se encontraba Kivlenieks.
El arquero de los Blue Jackets estaba en un jacuzzi y trató de escapar con otras personas cuando fue alcanzado por el impacto de uno de los morteros de los fuegos artificiales.
De acuerdo al informe oficial, el departamento de bomberos y los técnicos de emergencias médicas llegaron el domingo a una casa privada a las 23:13 hora local del Este.
Los servicios de emergencia tardaron 4 minutos y 38 segundos en llegar después de recibir una llamada al 911. Kivlenieks fue trasladado a un hospital local, donde fue declarado muerto.
La oficina del médico forense del condado de Oakland (Michigan) dio a conocer los resultados preliminares de la autopsia este lunes por la tarde.
Antes de la autopsia, la policía dijo que se creía que Kivlenieks se resbaló y se golpeó la cabeza contra el concreto mientras huía de un fuego artificial que funcionaba mal.
GFR.