La estadounidense Dalilah Muhammad rebajó en cuatro centésimas su récord mundial de 400 metros vallas para proclamarse campeona de mundo con un tiempo 52.16 segundos por delante de su gran rival del año, su compatriota Sydney McLaughlin (52.23).
Tres meses después de hacer lo mismo en Des Moines con un nuevo récord mundial (52.20), el 28 de julio pasado en los campeonatos nacionales, Muhammad volvió a batir en Doha a su joven adversaria y con nueva plusmarca universal.
La jamaicana Rushell Clayton se alzó con la medalla de bronce con un tiempo de 53.74, su mejor marca de siempre.
Era una de los duelos más atractivos de los campeonatos. La madurez de Dalilah Muhammad, campeona olímpica de 29 años, frente a la joven prodigio de 20, Sydney McLaughlin.
McLaughlin atrajo la atención del aficionado cuando en 2014 corrió en 55.63 con 14 años. Al año siguiente conquistó en Cali el título mundial sub-18 y en 2016 luego batió el récord mundial sub-20 con 54.15, convirtiéndose en la estadounidense más joven en clasificarse para los Juegos Olímpicos desde 1980.
En octubre pasado pasó al campo profesional, después de haber rebajado su marca hasta los 52.85
La batalla por el título mundial entre Muhammad y McLaughlin se fue decantando por la primera casi imperceptiblemente, de modo que las dos llegaron al último obstáculo separadas apenas por 10 centímetros.
Muhammad, que observó rigurosamente el ramadán al principio del verano, batió su segundo récord mundial en tres meses.