El calor extremo y la humedad ya se siente y apenas son las ocho de la mañana. Los invitados empiezan a llegar al Centro de Bienestar y Paz de Altamira, ahí en donde está por iniciar el primer Torneo Estatal de Basquetbol sobre Silla de Ruedas.
Algunos cargan sus sillas, otros entran en muletas, todos llegan a la sede procedentes de los diferentes municipios de Tamaulipas; tienen la misma ilusión de regresar a la cancha después de una larga espera generada por el confinamiento de la pandemia del coronavirus.
Mientras todos se saludan, el pequeño Liam Mattehus Pérez Castillo, voltea para todos lados montando su sillita de ruedas, es una nueva experiencia para el pequeño de seis años quien nació el 9 de julio del año 2016 con diagnóstico de Mielomeningocele o mejor conocido como Espina Bífida.
Es originario del poblado La Pesca, Municipio de Soto la Marina, Tamaulipas, ahí en el lugar donde ha pasado los mejores años de su infancia junto a sus padres Cristian Pérez Cepeda y Jessica Castillo Cepeda.
Desde los tres meses de edad, Liam acude a terapias físicas para poder lograr el objetivo de caminar por sí solo. En el trayecto de sus seis años de edad, lleva cinco cirugías; actualmente es paciente del Crit Teletón Altamira, así mismo pertenece al Club Potros de Ciudad Victoria; Liam, actualmente lleva su tratamiento en la ciudad de Tijuana, Baja California, en Shriners (hospital para niños), así mismo visita diferentes lugares con especialistas como los son, Monterrey, Tampico, México, Ciudad Victoria, Tijuana, Aguascalientes.
Todo ese andar desaparece cuando el niño tamaulipeco enfrenta su primera experiencia, jugar basquetbol como todo su equipo de capacidades diferentes.
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La ceremonia inaugural ha iniciado, Liam se forma al frente de la delegación, porta su jersey en tonos gris y rojo, todos voltean a ver al nuevo talento que tiene el deporte tamaulipeco, él no lo percibe, solo disfruta el gran momento que un día imaginó tener. Pero, no es todo, Liam está cumpliendo su año número seis, algo que hace más especial su debut con Los Potros de Ciudad Victoria.
En el estrado hay un pastel marmoleado cubierto con chocolate. Mientras los asistentes entonan las tradicionales mañanitas, Liam devora la rampa de acceso, llega al lugar. Es algo increíble para el originario de La Pesca, Tamaulipas. “Mordida, mordida, mordida”, se escucha entre los asistentes. El pequeño guerrero no lo piensa dos veces; mientras observa a detalle su gran regalo, pega la mordida con un cariño especial, “otra, otra, otra”, le vuelven a decir, no es una sino tres mordidas hasta quedar embarrado de su angelical rostro. Muy cerca está su papá quien graba este gran momento, Liam le sonríe con gran ternura, está feliz.
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Es ese ángel que mueve a los padres de Liam a hacer todo lo posible por solventar gastos que en ocasiones son muy elevados, por ello realizan diferentes actividades para poder solventarlos.
Liam es el mayor de sus tres hermanos, es un niño común como los demás, es quien se robó el cariño y la admiración de todos, es el niño más pequeño que participó en los Primeros Juegos Deportivos Estatales en Silla Sobre Ruedas, en el cual debutó como jugador del equipo de basquetbol, además obtuvo el primer lugar en lanzamiento de pelota de Softbol y dejó una gran enseñanza: nunca darse por vencido, siempre mantener la fe y la esperanza de que todo puede cambiar en un instante, es cuestión de actitud.
Liam viajará del 16 al 29 de julio a la Ciudad de Tijuana y Mexicali para proseguir con su tratamiento, pero lleva un recuerdo, aquel día donde estrenó uniforme, aquel día en donde por primera vez jugó basquetbol debutando con los Potros y el día de su cumpleaños número seis donde solo pidió un deseo, empezar a caminar por sí solo pero de la mano de sus padres.
EAS