Hasta la segunda mitad de la corrida de este domingo, los cerca de seis mil aficionados le dieron rienda suelta a los gritos de olé. Los dos toreros mexicanos se le fueron por delante, al diestro de Béziers, Francia. Alfredo Ríos El Conde, fue el primero en tocar pelo, tras lidiar al emotivo Franciscano de la ganadería de Boquilla del Carmen, y Leo Valadez, al cierraplaza, le realizó un valiente trasteo que le valió la oreja.
El festejó inició con ambiente en contra, debido al juego que dieron los toros de la ganadería de De La Mora. El primero, que correspondió a El Conde, fue de más a menos y terminó regateando las embestidas. Su segundo, se partió un pitón desde la cepa al rematar en un burladero. Lo sustituyó el astado de Boquilla del Carmen con el cual el torero jalisciense desbordó temple y lentitud arrancando los olés hondos, mató de entera en lo alto del morrillo cortando una oreja. El Conde y Valadez cubrieron el tercio de banderillas en sus dos toros.
A Sebastián Castella, le devolvieron su primer toro al corral por falta de presencia. Lo sustituyó Brujo, que resultó complicado debido a que derrotaba de continuo. Con el quinto, que si bien tuvo mejor juego, tampoco logró redondear la faena porque Mar de Nubes se quedó parado después de las primeras cuatro series. El público reconoció su esfuerzo y lo ovacionó en el tercio.
La faena de Leo Valadez, al último de la tarde resultó completa. Con la capa, entusiasmo con ajustadas zapopinas, en banderillas, clavó los tres pares con efectividad y en el tercio final, le terminó arrancando los pocos muletazos que tenía Inquebrantable, una serie de ocho luquecinas cerca del burladero de matadores fue el epilogo de su faena. Mató de entera y fue premiado con un auricular. En su primero fue ovacionado.
Para el próximo domingo está programado Roca Rey alternando con Macías y Gilio, en un cartel bien rematado con toros de Los Encinos.
JMH