La nadadora artística, Nuria Diosdado, tuvo en el 2007 uno de sus mejores momentos en su vida personal, al tomare la foto del recuerdo con la francesa Virginie Dedieu, quien fue su inspiración para sobresalir en este deporte.
En el 2003, la jalisciense recibió un regalo de sus padres para viajar a Barcelona e ir como espectadora al Campeonato Mundial de Natación, donde principalmente fue a ver las competencias de natación artística, y ahí se encontraba Dedieu buscando otro título mundial.
“Como espectadora tenía 12 años, y en ese entonces Virginie era la campeona mundial, para mí verla nadar fue sorprendente. Al regresar me puse las pilas y veía sus rutinas, y hoy en día Virginie es la voz de los atletas en la FINA y es mi ídolo, e incluso mi primer solo fue inspirándome en el que Dedieu hizo en el Mundial de Barcelona. Yo veía en cámara lenta su rutina para aprendérmela, era un tango, y lo hice porque ella utilizó esa música”, indicó Diosdado.
Sin embargo, en esa ocasión que la vio competir, la jalisciense se quedó con las ganas de acercarse a la francesa, saludarla y tomarse la foto del recuerdo, pero ese objetivo lo logró cuatro años después, en el Mundial de Melbourne 2007, cuando Nuria se presentó ya como competidora.
“Mi primer Campeonato Mundial fue el de Australia 2007, y fue increíble porque ahí fue cuando ya me pude tomar la foto con Virginie, última competencia donde ella se presentó. Pude acercarme a ella y en el vestidor le pedí la foto, y fue algo increíble. Ahora trato de ser muy cercana a las niñas, porque recuerdo que anteriormente las mejores del país eran intocables, se sentían de otro planeta, y ahora es algo bonito de todos los deportistas que tratamos de acercarnos”, dijo.
Cuenta que se dio la oportunidad de acercarse a Dedieu, ya que en ese momento el nivel de México no le alcanzaba para pasar de las rondas preliminares, de no ser así, no hubiera podido tomar esa foto.
“En ese tiempo México no pasaba a las finales del Mundial, entonces fuimos y nos presentamos en las preliminares y prácticamente nos quedamos una semana viendo, no de vacaciones, pero como no clasificábamos, ahí seguíamos como espectadoras, y México estaba en el 17, en ese entonces era un gran lugar. Actualmente pasamos a todas las finales y todos los días es entrenamiento, entonces el cambio de lo que he vivido de cuando acudí a mi primer Mundial ha sido bueno, por ejemplo, en la edición de Gwangju 2019, México estuvo en todas las finales”.