Paola Espinosa Sánchez tenía apenas 18 años cuando se presentó en sus primeros Juegos Olímpicos –los de Atenas 2004– y su nombre retumbó con fuerza. Y es que más allá de la actuación que tuvo, con un quinto lugar en el trampolín sincronizado y el duodécimo en la plataforma de 10 metros, Paola se convirtió en el rostro de la rama femenil de esta disciplina.
Desde tiempos del legendario Joaquín Capilla, los clavados cobraron gran relevancia en la historia olímpica mexicana, siendo hasta la fecha la disciplina que más preseas le ha dado al país con un total de 15.
Sin embargo, bajo la huella de Capilla desfilaron los nombres de Álvaro Gaxiola, Carlos Girón, Jesús Mena y Fernando Platas… hasta que Paola, en ese 2004, giró los reflectores hacia la rama femenil. Era el inicio de una gran carrera que este lunes llega a su fin después de 28 años.
Una vida de esfuerzo
Paola Espinosa comenzó a practicar clavados a los siete años en La Paz, Baja California, donde fue descubierta por una entrenadora cubana; su primera competencia nacional la realizó en la Ciudad de México, donde quedó en el segundo lugar.
El primer registro que se tiene la bajacaliforniana compitiendo a nivel internacional fue el 4 de mayo del 2001, en el Grand Prix de Canadá, donde se quedó con el treceavo sitio en trampolín de tres metros. Estos fueron los momentos para que la clavadista adquiriera experiencia y, finalmente, el 9 de marzo del 2002 se colgó su primera presea a nivel mundial, la cual fue una plata en el Grand Prix de Rusia.
Antes de esa medalla, Paola ya había asistido al Campeonato Mundial en el 2001 en Japón, donde su mejor resultado fue un sexto lugar en el trampolín sincronizado.
Dos años después de ese primer Mundial, la clavadista se subió al podio en la edición del 2003 que se realizó en Barcelona, la cual logró en el trampolín sincronizado al lado de Laura Sánchez. Y seis años después llegaría el mejor logró de su paso en los Mundiales, con el oro que obtuvo en la edición de Roma 2009 en la plataforma individual.
Desde el 2001 al 2015, Paola Espinosa estuvo presente en los Campeonatos Mundiales, donde consiguió un bronce en Shanghái 2011 en la plataforma individual. Después volvió en la edición del 2019 donde volvió a subirse al podio con el bronce obtenido en el trampolín sincronizado, junto a Melany Hernández, y de paso la plaza olímpica.
Gloria olímpica
Como ya se ha dicho, Paola Espinosa empezó su trayectoria olímpica en Atenas 2004, pero fue en Pekín 2008 donde hizo historia con el bronce en la plataforma sincronizada, junto a Tatiana Ortiz. A partir de ese momento, Paola se convirtió en el gran referente a nivel nacional e internacional, y su participación en Londres 2012 era inminente.
Ahí alcanzó su mejor rendimiento y obtuvo la plata en la plataforma sincronizada, al lado de Alejandra Orozco. Ya en Río de Janeiro 2016, Paola Espinosa de nueva cuenta estuvo presente pero se quedó con el cuarto lugar en la plataforma individual.
Después de esta edición, Paola decidió ponerle una pausa a su carrera deportiva para convertirse en madre de Ivana, pero le alcanzó el tiempo para buscar clasificar a Tokio 2020, lo que significarían sus quintos Juegos Olímpicos.
Paola logró ese boleto en el Mundial del 2019, ahora en el trampolín sincronizado, pero en el control interno quedó fuera de la justa veraniega. Antes ya se había confrontado con la titular de la Conade, Ana Guevara, por lo que meses después perdió el apoyo económico.
Tras quedar fuera de Tokio 2020, Paola se dedicó a estar más tiempo con su familia, y a disfrutar esos momentos, además de continuar atendiendo su fundación. Este lunes anunciará su retiro junto a su entrenador Iván Bautista, quien la acogió desde el 2017. Sí, la clavadista que inició esta nueva era dirá adiós.
MGC