Paola Espinosa tuvo que crear una marca con su nombre y darle fuerza. No había de otra, si es que quería tener el apoyo económico necesario para sobresalir en el deporte; por ello, creó una estrategia –junto a su PR, Claudia Ruiz– para que los medios le dieran el impulso necesario. Y al final… consiguió sus metas.
Por eso, ahora que le toca decir adiós (tal como lo adelantó La Afición el viernes pasado), Paola no se va con la sensación de que algo le faltó; al contrario, afirma que siempre hizo lo que estaba en sus manos para sobresalir. Sí, se despide la doble medallista olímpica, no sin antes advertir en entrevista que hoy por hoy el deporte mexicano no va por buen camino.
Marcaste una era en los clavados, ¿qué te dice eso?
Me da mucho orgullo el haber sido la pionera de las mujeres en este deporte; sí, había muchas mujeres mexicanas que habían hecho un buen papel, pero el ser medallista olímpica y demostrarle a las demás niñas que sí se puede, es algo que me llevo en el corazón. Las vi chiquitas y ahora las veo como medallistas olímpicas y me emociona muchísimo. Yo no vi a esa figura por la que dijera, ‘yo quiero ser como ella, o quiero lanzarme con un clavado perfecto como ella’, yo no lo tuve. Cuando yo hacía los selectivos éramos tres o cuatro personas, ahora son 20 niñas con un buen nivel y me siento parte de esto.
¿Te gustaría tener un puesto directivo en el deporte?
Sí, y cambiarlo para bien, nunca pensando más en mí que en el bien de los atletas; el valorarlos es algo que se tiene que hacer, se debe tomar en cuenta, el darle su lugar a los entrenadores, a los equipos multidisciplinarios, y no solo el deporte de alto rendimiento, sino el deporte social.
¿Cuál ha sido el reto más importante que tuviste?
Nada fue fácil, hice un gran esfuerzo, porque Paola Espinosa no se hizo solo con las medallas, porque tú sabes que es complicado que te volteen a ver en nuestro país, solo pasa en los Olímpicos. Nos dimos a la tarea junto con Clau (Ruiz) de crear a Paola Espinosa, de salir los miércoles por la tarde, que era mi día de descanso, con los medios para dar entrevistas y voltearan a ver los clavados, a Paola Espinosa y así tener patrocinadores. No fue algo así de que nada más gané y ya todo se dio, no, lo trabajé. Salía muy tarde, pero era algo que tenía que hacer. A raíz de esta fórmula muchos deportistas hacen lo mismo.
¿Algún día quisiste desistir?
Solo un día llegué con Iván Bautista (su entrenador) y le dije ‘ya no puedo, ya es muy pesado, la niña, el venir a entrenar...’ y me acuerdo que me abrazo y me dijo ‘claro que sí vamos a poder’. El entrenamiento de un atleta es cansado, imagínate el ser mamá, atleta y esposa, claro que estaba muy cansada, pero llegó esa inyección que necesitaba.
¿Qué te dejó el haber obtenido la plaza y no haber ido a Tokio?
Yo hice todo lo posible, entrené como tuvo que ser, cumplí las reglas, aunque no estuviera tan de acuerdo, pero las cumplí; me encerré en una burbuja, en el CNAR, tantos meses sin ver a mi hija. Yo gané esa plaza y la heredé. Al final uno hace todo lo posible y si otros son los que deciden, no hay más que hacer. No tuvo que pasar tanto tiempo para asimilarlo, no me dejó triste, pero después de tanto tiempo de no ver a mi hija y llegar, verla feliz de estar con su mamá, fue algo que pasó muy pronto. En su momento fue un golpe fuerte, porque tanto que me esforcé para que a alguien no le caigas bien… pero punto. Eso no marcó mi carrera.
¿Hay mala relación con Ana Gabriela Guevara?
Relación no la hay. El tiempo me está dando la razón de lo que está pasando, es la peor administración en todo lo que llevo de carrera deportiva. Desde abril (2021) no tengo beca, no estoy de acuerdo con ellos. Ahora están callando a los atletas. No estoy diciendo que hablen mal, sino que digan la verdad, pero no lo pueden hacer, porque se enojan. Qué tristeza lo que está pasando, los atletas son los que están pagando los platos rotos, afortunadamente ya no estoy ahí, ya no tengo que lidiar con esto, pero así están las cosas.
¿Cómo ves la reducción de becas a los deportistas?
Si alguien llega a tener un buen resultado será por su esfuerzo, porque ahorita no están ayudando en nada; al contrario, están quitando doctores, fisioterapeutas, preparadores de los equipos que dieron resultados, que trajeron medallas en los Olímpicos. Es una realidad y si Conade diera todo lo que se merecen los atletas, que son suplementos alimenticios, un entrenador, un fisioterapeuta, un doctor, pues no pasa nada; pero si de tu bolsa tienes que sacar para todo eso, ahí empieza lo difícil. Pobres atletas, de verdad, son los que están en medio de todo y espero que esté retroceso no sea tan grave, porque sí estamos retrocediendo en el deporte mexicano.
De todas tus medallas, ¿cuál fue la que más disfrutaste?
Las medallas son la culminación de ese esfuerzo, de tanto llanto, de tanto panzazo, espaldazo, de tantas lesiones, competir a veces con dolor, es sumamente difícil, y las medallas llegan a ser como esa gran recompensa. Lo que más me llena es haber conseguido una medalla en Juegos Centroamericanos y Panamericanos, esto después de haber sido mamá; el voltear a ver a mi hija y verla feliz, bajarla a donde yo estaba, que agarrara las medallas y le diera mucha curiosidad, y hasta las chupaba porque estaba muy bebecita, es con lo que me quedo; es el momento más feliz y bonito de mi vida. Lo soñé tanto y lo desee tanto desde que Ivana estaba en mi panza que dije ‘wow, un sueño más realizado’.
ZZM