En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se festejó el día de ayer, tuvimos en la Plaza México a tres actuantes femeninas en una corrida mixta, toda vez que se lidiaron dos buenos novillos para rejones de la ganadería de Marrón, y cuatro toros de la ganadería de Campo Hermoso para la lidia de a pie, que si bien estuvieron parejos de presentación, carecieron de bravura.
En orden de aparición, actuó en primer lugar la rejoneadora de novillos Stefanía Uribe, quien mostró bastantes avances en relación con anteriores actuaciones en otras plazas del interior de la República. El novillo que abrió plaza recibió el nombre de Equidad, al que Stefanía colocó dos rejones de castigo tras un intento fallido, al igual que varias banderillas de manera lucida, aunque cabe señalar que también falló en alguno de sus intentos. Pasó algunas dificultades para colocar el rejón de muerte y cuando iba a intentarlo pasaportar su sobresaliente, el toro finalmente dobló, tras lo cual hubo un respetable silencio. En cuarto lugar se enfrentó al novillo Libertad, que resultó muy emotivo y claro. Afortunadamente, la rejoneadora desistió de colocar un segundo rejón de castigo –que para beneficio del espectáculo deberían ser colocados únicamente por excepción–, que le permitió lucir especialmente en la suerte de banderillas, montando al caballo Hebreo. Cuando ya se presentía el corte de algún apéndice, porque tenía al público entregado, volvió a fallar nuevamente en dos intentos con el rejón de muerte, motivo por el cual el novillo fue estoqueado por el sobresaliente en su segundo intento. El novillo recibió un merecido arrastre lento, tras lo cual Stefanía acabó saliendo al tercio bajo una notoria división de opiniones, porque al público capitalino no le gusta la intervención de otros actuantes en la lidia, pese a que ello está permitido reglamentariamente.
Confirmó su alternativa la matadora española Rocío Romero, originaria de Córdoba, quien lució un bello traje color palo de rosa y oro, con el toro Parejo, lidiado en segundo lugar, que fue débil y falto de raza. Rocío nunca se acabó de confiar porque sopló el viento durante la faena de muleta, pero estuvo aseada en su quehacer, logrando algunos estimables derechazos. Lo pasaportó de una estocada contraria tras un desafortunado metisaca y dos pinchazos, recibiendo un aviso. El sexto de la tarde, segundo de su lote, fue el más complicado de los toros de Campo Hermoso, porque además de que recibió un fuerte golpe al saltar al callejón, aparentemente fue picado en exceso, porque de ahí en adelante se agarró al piso y prácticamente no tuvo recorrido alguno. Lo mató tras un pinchazo con otra estocada contraria, siendo silenciada su actuación.
Por su parte, Paola San Román, quien vistió un terno color sangre de toro y oro, tuvo dos buenas actuaciones. Al primero de su lote, de nombre Con Alas, le pegó un buen quite por navarras. Con la muleta logró algunas tandas de derechazos que fueron muy jaleados por el público, pero lamentablemente pasó un calvario con la espada, pues pinchó en varias ocasiones y logró descabellar tras muchos intentos, doblando el astado cuando le tocaron el segundo aviso. El segundo de su lote se llamó Sin Miedo, al que logró dar un buen quite por chicuelinas y posteriormente hilvanar algunas series de derechazos lentos y suaves, con bastante aguante de su parte, lo que transmitió mucho al tendido. Hubo algunos medios pases, pero su firmeza fue muy valorada por el público. Tras pasar nuevamente algunas fatigas con la espada, dio una muy merecida vuelta al ruedo.
Con este noveno festejo ha terminado la llamada Feria de Aniversario, y quedamos a la espera de tener noticias de la próxima temporada de novilladas de la Plaza México, deseando que permanezca con sus puertas abiertas a los festejos taurinos.
ZZM