Ambiente festivo se vivió desde horas antes en las afueras del coso tapatío, se palpaban las ganas de los aficionados de volver a los toros, registrando la plaza alrededor de media entrada. Arturo Saldívar, con su segundo, realizó una faena intensa con la cual se desbordaron los gritos de olé contenidos por dos años.
No solo regresó la fiesta brava, sino, también Saldívar, quien con su actuación volvió a ganarse a la exigente afición. Desde que se abrió de capa con el esperado regreso de Fernando de la Mora, lanceó con reposo a la verónica, para en quites realizar ajustadas chicuelinas. Con la muleta toreó con clase, con pases lentos por ambos lados, los cuales convino con molinetes, trincherazos, pases de la firma y cambiados por la espalda, que fueron jaleados con fuerza. Reposo y estructura tuvo la faena de Arturo, que selló con una estocada de efectos fulminantes que le valió las dos orejas.
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Con su primero, poco podo hacer debido a que Tasquero resultó faltó de trasmisión y se quedó parado.
Los Forcados Amadores de México, destacaron en sus dos pegas sometiendo de una manera limpia y al primer intento a Croquetero de la ganadería de Palma del Río y a Cachucho astado de La Antigua. El respetable premió con vuelta al ruedo a los dos Forcados de Cara, que realizaron la pega, misma que compartieron con el rejoneador Emiliano Gamero.
Arturo Macías, poco pudo hacer con su primero que resultó débil. Y con el quinto de la tarde, de mayor presencia, su trasteó fue de menos a más, toreando a media altura para cuidar los pocos pases que tenía Magnate. Fue una faena valiente que malogró con la espada.
No fue la tarde del rejoneador Emiliano Gamero, con sus dos toros estuvo errático clavando los rejones de castigo y banderillas, por lo cual un sector del público se metió con él.
JMH