Tal vez nadie sabía con certeza la dimensión de lo realizado por Diego Sanromán, tal vez sólo los de mejor memoria y con años en el tendido tenían el dato, la cifra dura, pero todos y cada uno de los presentes en el ruedo Nuevo Progreso estaban conscientes de estar presenciando una hazaña de esas de las cuales tienen que pasar muchos años para se repitan. Diego cortó un rabo como novillero, privilegio que ahora comparte con Pepe Murillo padre, quien lo logró en el ya distante año de 1987.
Cuando el astado Joven Promesa de San Martin saltó al ruedo nadie imaginaba lo que podía acontecer. Cierto que hubo lances a la verónica de calidad por parte de Sanromán, también, que ejecutó un quite por talleras. Pero hasta ahí podía una faena como cualquiera de otras muchas. El ambiente cambió cuando el queretano con la muleta en la izquierda comenzó a trazar naturales con la mano baja y cargados de temple. Empezaba ha asomar un valor fuera de lo común. Las series se volvían más compactas entre Diego y el novillo. Hasta que llegó el primer momento de quiebre, fue cuando el pitón del astado rozó el cuerpo del torero, quien sin inmutarse, y en momentos en lo que prudencia y el amor a la vida aconsejaría poner arena de por medio, con la mayor tranquilidad se pasó la muleta por detrás apara salir del trance con una arruina. La plaza explotó ante tal demostración de recursos y temeridad.
Pero el clímax llegó cuando después de ser prendido por la pierna, se fue a torear de rodillas poniendo el pecho frente a los pitones y aguantando los parones del novillo. Aquello fue la locura. Y del éxtasis de todo tipo de aclamaciones se pasó a un silencio sepulcral en el momento que Diego se perfiló a matar. El ambiente electrizado por la emoción esperaba el colofón de una gran estocada, tal y como ocurrió. Dos orejas y rabo fue el tamaño de la hazaña de la que se seguirá hablando por mucho tiempo.
Héctor Gutiérrez y Miguel Aguilar, ambos de Aguascalientes, completaron el cartel. Y ambos tuvieron detalles de gran calidad.
Gutiérrez sobresalió en un quite por gaoneras en su primero y por su voluntad en el segundo. Mientras que Aguilar dejó constancia que está sobrado de sitio y tiene poderío con la muleta.
Plaza Nuevo Progreso 6 de octubreIncidencias: Quinta novillada de temporada en la Plaza Nuevo Progreso. Saludaron en el tercio Fermín Quiroz y José Maria Villalobos por destacados pares de banderillas San Martín astados bien presentados, de los cuales destacó el tercero que fue premiado con arrastre lento. Héctor Gutiérrez (azul rey y oro): palmas y palmas Miguel Aguilar (blanco y oro): al tercio y al tercio Diego Sanromán (azul rey y oro): dos orejas y rabo y; palmas
JMH