Ante un difícil sinodal que fue el encierro de Zacatepec, los toreros tapatíos persiguieron el triunfo ante sus paisanos, en tarde en que solo Pepe Murillo y Oscar Rodríguez El Sevillano, lograron tocar pelo.
Pepe Murillo tras una reposada faena fincada con la mano izquierda, y El Sevillano, por un trasteo tesonero a un toro de regalo de la ganadería de San Marcos.
Había trascurrido la mitad del festejo, sin que Mauro Lizardo, Xavier Ocampo y Oscar Rodríguez lograran hilvanar un trasteo con resonancia en el tendido, sin embargo, con el cuarto Fantasioso, Pepe Murillo, lo incendió. Deletreó dos series de naturales lentos, muy lentos y templados que terminaron por evocar al mayor de los Murillos.
Disfrutó Pepe Murillo en la cara del toro, si bien, los demás pases no tuvieron la misma intensidad, su propuesta tuvo estructura y dominio. Mató de una entera de efectos fulminantes y fue premiado con la primera oreja de la tarde.
Con el quinto y sexto, Julio de la Isla y Arturo de Alba tampoco lograron conectar. En la lidia del sexto Oscar Rodríguez y Arturo de Alba anunciaron que regalarían un toro. El de Oscar fue de la ganadería de San Marcos y el de Arturo de Alba lució el hierro de San Mateo.
Con el séptimo de regalo, Oscar estuvo voluntarioso buscando agradar a los cerca de cuatro mil aficionados, fue hasta la parte final, en el tercio, pegado al burladero de matadores, donde logró extraer pases de reciedumbre, mató de entera en sitio y fue premiado con una oreja.
Arturo de Alba, no pudo redondear faena con el segundo de regalo, además de que se eternizó con la espada hasta escuchar un aviso.
JMH