Hace 30 años, Polo Llanos dejó su natal Tampico, se fue a Estados Unidos donde ya logró el sueño americano. Pero no olvida a su ciudad, la lleva en el corazón, al igual que su afición por el futbol y la Jaiba Brava, tanto que tiene un ‘jaibo móvil’, murales y una gran colección de playeras y gorras y su negocio es conocido como “la plaza Tampico”.
Don Polo cuenta que llegó a Estados Unidos el 1 de enero de 1992. Antes de salir de Tampico, tenía un trabajo como electricista y económicamente no le iba mal, pero su primo lo convenció de cruzar y lograr el sueño americano.
“Con la ayuda de Dios” cruzó el río Bravo y recuerda que fue “algo feito”, no sólo el trayecto si no ya después su primer trabajo, pues no era relacionado con la electricidad.
“Estuvo bien feo el cambio, porque allá tenía categoría y con él llegué a tirar cemento en los freeways, en pleno medio día, fue un cambio brusco”.
Así estuvo unos tres años, pues no podía ejercer su profesión porque no daban oportunidad a los mexicanos.
“No había electricistas mexicanos, sólo los americanos. Todos estaban barriendo, pintando, arreglando casas, pero no les daban un trabajo con más categoría. Así estuve como desde el 92 hasta el 94-95, hasta que encontré a unos paisanos y pedí que si por favor me podían dar una referencia de dónde encontrar trabajo como electricista, me recomendó y llegué a la compañía”.
Sin embargo no duró ni una semana, porque un compañero, que por cierto era originario de Tampico, lo delató por ser ilegal.
“Yo por confianza le conté todo, pero me dio en la torre, me sentí decepcionado porque era paisano”.
Luego consiguió trabajo en otra compañía donde estuvo 10 años laborando y además pudo certificarse como electricista en Estados Unidos. Pero, un día tomó la decisión de renunciar a la empresa, pues su esposa y primer hijo requerían cuidados especiales y por su horario no podía dárselos.
Así empezó un nuevo camino: formó su empresa y logró el sueño americano.
“Mi compañía se llama Llanos Electric, comenzó en 1999 pero empezó a despuntar después del 2004 cuando empezamos a agarrar trabajitos más grandes pero siempre con la idea de jalar pura raza que sea de Tampico. Siempre trato de apoyar a mi puerto, desde aquí y desde allá a través de amigos que hacen cosas a beneficio, siempre tratamos de ayudarlos”.
Su amor al Tampico-Madero
Polo Llanos soñaba con jugar con el Tampico-Madero y pisar el estadio Tamaulipas. No encontró oportunidad pero se volvió fanático del equipo y su amor lo trasladó hasta Houston.
“De la Jaiba Brava del 82-83 yo me enamoré, tengo un mural en mi oficina. Tenemos la camioneta, que aquí le llaman el 'jaibo móvil', banderas, máscaras, camisas, gorras, bufandas, tarros, vasos, tazas; los montacargas están pintados, la fachada de mi negocio está pintada de azul celeste y la Jaiba Brava”.
El tampiqueño recuerda que era algo mágico ver jugar al equipo y no ha podido sentir esa emoción en los partidos de la Selección Mexicana.
Y aunque está en Houston, Texas, ayuda a los tampiqueños que lo necesitan, ya sean deportistas o con algún apoyo social.
“Hemos estado apoyando a gente de aquí y luego ya que pudimos nos extendimos, son cosas sin fines de lucro, temas de salud, deportes”.
EAS