El 22 de octubre de 1968 es una fecha que quedó marcada en el ex nadador Felipe Muñoz, ya que ese día obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos que se realizaron en nuestro país, y es el único metal dorado que ha ganado un mexicano en esta disciplina, y en una justa olímpica.
Muñoz ganó ese oro en la prueba de 200 metros pecho y le arrebató el triunfo al soviético Vladimir Kosinsky. El Tibio recuerda ese momento emotivo cuando jueces mexicanos lo cargaron en hombros y le dieron la vuelta por la Alberca Olímpica Francisco Márquez.
“Yo no lo esperaba, terminando la premiación caminé hacia donde estaban mis compañeros de equipo, ahí en la orilla de la alberca, y de repente llegaron varios jueces y compañeros a cargarme, y me dieron la vuelta como torero. No me lo esperaba porque nunca había pasado en unos Juegos Olímpicos después de la premiación”, declaró Muñoz.
Después de la celebración en la Alberca Olímpica, Felipe pasó al doping y después de cumplir con ese requisito, se dirigió a la Villa Olímpica, donde lo esperaba deportistas mexicanos para felicitarlo. Poco después se acercó gente de la delegación de Checoslovaquia, quien también lo felicitó y le dio un regalo, y no precisamente por haber ganado el oro, sino por haber vencido a un deportista soviético.
“Recuerdo que había un televisor y hasta ese momento vimos la repetición, y cuando lo estábamos haciendo, llegó el jefe de misión de la delegación de Checoslovaquia con una bicicleta de esas chiquitas desarmables, y ellos habían traído varias a México para su equipo y moverse, y me llevaron una para mi. Les pregunté que por qué me la regalaban, y me respondieron que estaban muy contentos que haya vencido a los soviéticos. En agosto de 1968, la Unión Soviética había invadido a Checoslovaquia, a la ciudad de Praga, entonces había mucho malestar de los checoslovacos con los soviéticos, así que les dio gusto eso”, indicó el ex nadador.
Muñoz también recuerda con mucho afecto a su entrenador Ronald Johnson, quien lo encaminó a lo más alto del podio.
“Johnson fue quien innovó todos los sistemas de entrenamiento de ese entonces en México, y fue quien nos preparó a todo el conjunto mexicano para los Olímpicos. Además, fue el mejor resultado que se obtuvo en Olímpicos dentro de la disciplina de natación, y Ronald cuando vio cómo se organizó todo México, y cómo estábamos compitiendo, me dio una frase que me gustó mucho “ustedes los mexicanos pueden hacer muchas cosas, nada más tienen que proponérselo”, y eso me hizo sentir muy orgulloso”, expresó.