El 18 de septiembre del 2000 Soraya Jiménez obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney, y con ello se convirtió en la primera mujer mexicana en subir a lo más alto del podio en una justa olímpica, y ese triunfo lo obtuvo sin importarle el desgaste físico al que había sometido a su cuerpo y que le trajo severas consecuencias.
En 1998 comenzaron las lesiones para Jiménez, quien aún así se fue a competir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Maracaibo.
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“Una semana antes de los Centroamericanos, estaba de campamento en Mérida. Me senté en una silla y se me trabó la rodilla. Me regresó a la Ciudad de México y me dijeron que el menisco estaba roto y tu ligamento cruzado está desgarrado. Así que les dije que me inyectaran algo con el riesgo de que se pudiera hacer fractura. Pues me la juego”, dijo Jiménez.
Tras culminar se sometió a una operación de rodilla y continuó con su camino rumbo a la justa olímpica, donde compitió el 18 de septiembre con vendajes en sus rodillas, y la gente cercana a ella sabía que existía el riesgo de que podía romperse las rodillas, el tobillo, y que además tenían claro que estaba lesionada y le dolía la cadera.
Soraya levantó en total 225.5 kilógramos para conseguir el oro olímpico. Cuando sonó la chicharra para dar el levantamiento por bueno, Jiménez dejó caer la pesa, brincó con el puño en alto y el gesto de sufrimiento se convirtió en la descripción más gráfica de la euforia.
Ese oro fue algo que le costó muy caro en su salud, ya que de ese entonces, y a sus escasos 23 años de edad, la medallista olímpica acumuló un historial clínico de 14 operaciones en la pierna izquierda, varios paros cardiorrespiratorios y la pérdida de un pulmón, que en 2007 le fue extirpado a causa de influenza tipo B. Ya no pudo mostrar ese nivel que la llevó al oro olímpico y estuvo luchando más por su salud.
Finalmente, el 28 de marzo de 2013, Jiménez falleció a los 35 años de edad en su departamento ubicado en la Ciudad de México a causa de un infarto agudo al miocardio. A Soraya nunca podrán quitarle el derecho de ser, por siempre, la primera mujer que ha ganado una medalla de oro para en México en la historia de los Juegos Olímpicos.