Tarik Othón fue el máximo triunfador de la "Corrida de Rejones" que se celebró ante una buena entrada en la Plaza de Toros Alberto Balderas de Ciudad Lerdo.
El rejoneador dio una emotiva faena que culminó con un rejón mortal para llevarse dos orejas en su segundo de la tarde. Fauro Aloi cortó un apéndice, también en su segundo.
Antes de iniciar el festejo se guardo un minuto de silencio en memoria de Don Luis Quijano, propietario de la ganadería de La Playa que falleció recientemente, ejemplares que se lidiaron este sábado en Lerdo.
Abrió plaza Fauro Aloi con "4G" de 445 kilos.
Rejón de castigo bien ejecutada la suerte, yendo de frente al toro. Tuvo dificultad para banderillar a un astado que buscaba las tablas. Cambió de caballo, a un azabache, precioso ejemplar con el cual puso par de banderillas de gran dificultad, lo que le fue premiado con palmas desde el tendido. Rejón de muerte fulminante que dejó al astado listo para el puntillero; palmas sin petición de oreja.
Tocó el turno a Tarik Othón con "Pipila" de 486 kilos, toro negro clásico. Cuajó par de banderillas muy significativas, muy cerca de los pitones, palmas o olés coreados desde el tendido.
Al son de La Filomena, colocó par de banderillas más, conectando de gran manera con el respetable.
Se dio paso a los Forcados Hidalguenses, que realizaron una espectacular pega, dejando todo listo para el rejón de muerte; pinchó al primer intentó y falló en el segundo, dejó ir las orejas con deficiente rejón de muerte, muy caído. Escuchó un aviso, mató el tercer intento. Palmas.
Aloi lidio su segundo de la tarde, "Siempre Amigo" de 465 kilos, faena llena de emociones, olés en el tendido, banderillas excelsas. Banderillas cortas que despertaron ovación. Rejón de muerte caído a la derecha, descabello y ganó una oreja que fue protestada por el público.
Cerró plaza Othón con "Independiente", ejemplar de 490 kilos, toro de casta, la cual demostró desde su galopar, en la lidia buscó constantemente hacer daño al caballista y su corcel. Faena espectacular, llena de emociones y arte, que culminó con un rejón de muerte certero que le valió dos orejas concedidas por la autoridad representada por José Luis Orozco que ordenó vuelta al ruedo al ejemplar de La Playa.
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