Era el 23 de junio de 1972 cuando el Presidente Richard Nixon firmó, como parte de las enmiendas educativas, un acto de ley conocido como Title IX. A grandes rasgos la medida hasta hoy vigente prohíbe la discriminación sexual en escuelas o cualquier programa educativo, incluido deportivos, que reciban dinero federal. Esta ley ha otorgado varios beneficios en las últimas décadas, pero sobre todo cambió para siempre el deporte a nivel educativo en Estados Unidos.
La ley federal de derechos civiles fue principalmente una herramienta que ayudó al desarrollo de atletas mujeres. Hace 50 años solo se registraban 30 mil mujeres en los programas de NCAA por 170 mil hombres y menos de 295 mil participaban en deportes a nivel secundaria. Representaban solo el 7 por ciento a nivel nacional. Hoy son alrededor de 4 millones.
Niñas y jóvenes empezaron a recibir apoyo dentro de los presupuestos estudiantiles y supieron lo que era competir. El resultado de la inversión y no discriminación es palpable en cada edición de Juegos Olímpicos. Hoy Title IX por supuesto también protege a los estudiantes transgénero. Si bien durante el mandato de Donald Trump se tomó una política contraria, la Suprema Corte logró revertir la situación.