La cultura del BMX (Bicycle Motocross), va más allá de ser un deporte extremo en el que el riesgo fluye a flor de piel; no se trata de portar la mejor bicicleta o alcanzar las máximas alturas en una maniobra o acrobacia. Esto se trata de pasión, de adrenalina. En sentir la libertad que finalmente se convierte en toda una experiencia que marca vidas.
Generaciones completas se han hermanado e incluso familias enteras se han formado, al conjuntarse los sentimientos de energía que explotan con el simple hecho de subirse a una bicicleta para realizar acrobacias o simplemente pasear en ellas. Esta pasión no respeta condición social, género, ni situación económica. La comparten desde cargadores del Mercado de Abastos, empresarios y hasta diputados.
Generaciones completas siguen unidas por lo que comenzó como un entretenimiento, y hoy es un tema de culto cuyo valor se cotiza en miles de dólares en el mercado de los coleccionistas, amantes a esta aventura llamada BMX.
La Laguna en el BMX
En La Laguna son cientos, quizás miles de niños, jóvenes y adultos quienes sin importar caídas, lesiones físicas y riesgos, ni situación económica canalizan su gusto por el ciclismo extremo en el BMX cuyo arraigo está impulsando además el turismo con la realización de competencias deportivas, moviendo la economía por patrocinios, exhibiciones, influencers y deportistas.
Recientemente se llevó a cabo en las instalaciones del Skate Park Torreón el Luka Bikes Jam, una competencia en la que participaron alrededor de cincuenta jóvenes, entusiastas practicantes del ciclismo extremo, mostrando sus habilidades, trucos y maniobras con la bicicleta extrema.
Aunque normalmente este deporte tiene varias modalidades: Dirt, Street, Park, Flatland y Vert, en esta ocasión el Freestyle fue el elegido para esta competencia.
Con doce años de trayectoria en esta disciplina deportiva, Josué Israel González Castillo comenta que ésta es una actividad cuyo arraigo entre la población va en crecimiento:
“En Torreón son alrededor de 600 personas quienes practican este deporte. Se está tratando de organizar grupos que se han identificado en las zonas de la Línea Verde, Monterreal, Centro y el Cerro, ya que la idea es que cada uno organice sus eventos y que vayan elevando su nivel de profesionalismo”.
González Castillo, miembro del equipo organizador de esta competencia, confirmó que a la par se están incentivando beneficios en otras áreas de la economía, una de ellas es el sector turístico, donde contiendas como la organizada, ya atraen a La Laguna, deportistas procedentes de Durango, Aguascalientes, Zacatecas, Baja California.
La ciudad de Torreón a nivel nacional es conocida por realizar este tipo de eventos, lo que genera que vengan personas en cualquier temporada del año, ya que además se realizan actividades de promoción constante para sumar a más personas.
Para Moisés Arce, director del Instituto Municipal del Deporte en Torreón, la idea es apoyar estas actividades en un lugar en condiciones óptimas, que sea un lugar de reunión para las familias y que los jóvenes desarrollen sus destrezas y habilidades, como lo es el Skate Park, que tiene alrededor de tres mil metros cuadrados.
Old y New School ¿choque generacional del objeto del deseo?
Contrario a muchas actividades en donde se marcan límites generacionales, para estos jóvenes deportistas el contar con el respaldo y el apoyo de las primeras generaciones que practicaron el BMX en La Laguna resulta fundamental.
Ayer fueron intrépidos niños y adolescentes; hoy son madres y padres de familia, trabajadores, amas de casa, e incluso políticos, que se dedican a armar bicicletas que por el valor que alcanzan son consideradas “el objeto del deseo” para muchos coleccionistas.
El grupo se llama BMX Old School Torreón, quienes realizan exhibiciones de sus mejores piezas.
Según recuerdan, cuando empezaron a practicar este deporte, salían a pasear a las calles, a riesgo de que la policía los detuviera. Ahora se ha ido socializando en mayor medida, y ahora están más organizado, donde incluso ya hay un Skate Park, a donde llegan jóvenes y personas mayores a compartir a rodar sus bicicleta que es su pasión, en Aguascalientes, Monterrey, Guanajuato.
Alejandro Lozano, quien comenzó en esta actividad siendo niño y tiene varias bicicletas de colección, destaca cómo ha variado este deporte; prueba de ello, es el tipo de bicicletas que hoy se utilizan.
Antes, con un estilo más clásico, se realizaban otro tipo de piruetas en el piso y sobre una llanta. Mientras que ahora están hechas de un material más liviano, manubrios, sistema de frenos, accesorios y llantas más anchas, que permiten realizar otro tipo de saltos y acrobacias. Con cierta nostalgia recuerda:
“Este era un deporte de personas de escasos recursos. Era raro quien tuviera solvencia económica. Teníamos que lavar y cuidar carros, incluso meternos de albañiles, otros trabajaban de cerillitos; todo con fin de tener dinero para comprar nuestra bicicleta, las piezas eran muy caras. Quizás ganabas un sueldo de 900 pesos por semana para comprar un manubrio de mil 500 pesos”.
Agrega: “Nos llena de satisfacción que los muchachos nos inviten a estos eventos. Nuestras piezas ya no se reemplazan (por la edad), si nos caemos ya es muy difícil reponerlas”, bromea; por lo que ahora su pasión ahora la enfoca al armado de bicicletas coleccionables. Él ha conservado su bicicleta a lo largo de 25 años.
Pero ¿qué les motiva a armar bicicletas?
La respuesta es unísona. La nostalgia de armar bicicletas que siempre quisieron tener y se coleccionan, una pasión nunca ha sido barata. No sólo por el costo económico, sino porque antes se les señalaba como “malvivientes” que incluso fueron perseguidos por la policía. Hoy al paso de los años, reciben todo el apoyo de sus familias.
CALE