En estas tres últimas Copas del Mundo la Selección Mexicana ha tenido una constante: las manos salvadoras de Guillermo Ochoa. Ayer, de nuevo el portero lo volvió a hacer. Así como sucedió contra Brasil en 2014 o Alemania en 2018, Memo fue determinante para mantener con vida a México en su debut ante Polonia en el Mundial de Qatar 2022, partido que se saldó con un 0-0 que le da aún muchas posibilidades de avanzar.
Al minuto 55 el corazón tricolor se aceleró demasiado. En la única jugada de peligro de Polonia, Robert Lewandowski se enfiló al área y Héctor Moreno en el intento desesperado de frenarlo lo jaló de la playera, penal que el árbitro no vio, pero el VAR sí. Ahí fue el momento para que Ochoa apareciera como suele hacerlo en estas justas. Aguantó hasta el último momento y se lanzó hacia su lado izquierdo para detener el disparo del ariete del Barcelona. Sí, Memo lo había hecho de nuevo. Héroe, una vez más.
En el momento indicado
Desde 2019 Guillermo Ochoa no había podido detener ningún disparo desde el manchón penal, ni con Selección Mexicana ni con el América, lo que le había generado muchas críticas. Sí, era evidente que al portero mexicano se le complicaba en demasiada aguantar al tirador hasta el último momento, pero ayer, en el día más importante, lo hizo.
Y sí, la estadística de Ochoa en este rubro con el Tricolor se puede considerar positiva. De los 10 penaltis que le han disparado, logró detener cuatro y solo seis le concretaron; de paso, Memo rompió una estadística negativa de los guardamentas mexicanos, que desde la primera Copa del Mundo en Uruguay 1930 no habían logrado atajar una ejecución de penal.
Además, la atajada de Memo se instala ya en las jugadas determinantes que ha realizado durante los tres Mundiales en los que le ha tocado jugar; sí, lo que comenzó con aquel providencial vuelo ante un cabezazo de Neymar, se ha prolongado hasta ahora. Memo detuvo a Robert Lewandowski y gracias a él la Selección respira.