Rafael Jaime Jaramillo se ha convertido en el primer mexicano ciego en conquistar una de las montañas más altas del continente americano.
El triatleta, alpinista y primer deportista ciego en el mundo en completar un ultra maratón, ahora tiene como objetivo conquistar las 7 cumbres más altas alrededor del mundo como parte del “Seven Summits” junto con Omar Álvarez, quien además de desempeñarse como montañista, también es desarrollador de negocios y conferencista.
A los cuatro años, fue diagnosticado con retinoblastoma bilateral, es decir, cáncer en los ojos, pero fue hasta los 18 años que perdió la vista luego de que le retiraran el glóbulo ocular izquierdo. Sin embargo, la ceguera no fue obstáculo para cumplir sus sueños.
Juntos han emprendido el “reto de las siete cumbres” que consiste en llegar a las montañas más altas de cada continente. Aconcagua, Denali en Alaska, el Kilimanjaro en Tanzania y el Elbrus en Rusia hasta llegar al Monte Everest. Y es que, a pesar de que el alpinismo los ha convertido en una dupla inseparable, sus inicios en este deporte fueron completamente diferentes, debido a que Omar:
“No tenía una pasión, tenía una vida estable pero no brillaba y entonces llega la montaña de una manera particular, porque mi padre pide que sus cenizas se lleven al pico de Orizaba y en esta preparación es como yo llego al montañismo y me apasiono y me vuelvo loco”.
Para Jaime la historia fue diferente pues el reto no estaba entre las rocas, sino en sus propias decisiones pues “me gusta pensar que lo único que va a hacer esa montaña es construir un hombre más fuerte, que lo único que voy a lograr estando allá es poder bajar y tener historias que contar a todas las personas que quiero y amo”.
Luego de sus primeros encuentros, decidieron emprender el proyecto “Cordada Obscuras” que tras más de 23 días de expedición les permitió pisar la cima del Denali, siendo esta, la segunda montaña que suben juntos.
Sin embargo, lo difícil no solo es hacer cumbre, también “debemos tener un entrenamiento de resistencia cardiovascular, es decir correr, hacer bici, remo, crossfit, entrenamientos funcionales, pesas.
Y por otro lado entra una base importante que es el entrenamiento mental, la capacidad de poner los mejores pensamientos y manejar las emociones de la mejor forma posible” así lo declaró Rafael Jaime, quien a pesar de los riesgos que puede correr al momento de realizar estas actividades, sabe que tiene que estar bien preparado pues “tu familia y los que quieres siempre te están esperando”
La dupla, se enfrentó a diversos riesgos durante esta expedición para lograr subir los 6 mil 190 metros de altura del Denali, que también es conocido como el Monte Mckinley, pues “es la montaña más fría del mundo porque se ubica en el círculo polar ártico, por lo que el clima es muy extremo.
Además esta llena de grietas tapadas por el hielo y nieve que no se pueden ver y hay que tener mucho cuidado porque de pronto puedes caer en una grieta de cien metros que podría ser mortal”, así narra su experiencia Omar durante la cumbre y puntualizó que “este deporte me ha regalado la oportunidad de descubrir quien soy, aceptar quien soy y quien debo ser”.
Con este reto, los alpinistas no solo buscan conquistar la cima de las montañas más altas en el mundo, también “las montañas como la familia, las emociones, la salud, espiritualidad y economía”, además de que esperan transmitir el mensaje de “vivir la vida con todos los sentidos” así lo detalla Jaime y Omar quienes aseguran haber llegado a sus familias y amigos en el inicio de un largo que “estamos dispuestos a recorrer con el único objeto de servir y utilizar el montañismo como un vehículo para transmitir mensajes que sumen a la vida de todas las personas”.
dmr