IndyCar y las 500 Millas de Indianápolis iniciaron una nueva era este 2020, aunque no tal vez como ellos hubieran esperado luego de que la pandemia alteró sus planes, retrasando no solo el inicio de la temporada regular, sino también su carrera estrella, la Indy 500, la cual por primera vez en su historia se disputará sin público.
Luego de años difíciles a finales del siglo pasado donde estuvo en duda la continuidad de los monoplazas de alto nivel en Estados Unidos, Roger Penske adquirió la categoría y el Indianapolis Motor Speedway a finales de 2019, un movimiento que no solo dio tranquilidad a los integrantes de la parrilla, sino que además ofrece un futuro promisorio para el openwheel.
Penske es un hombre del deporte motor al 100 por ciento. En su vida ha sido piloto, empresario y dueño de equipo, con representaciones que han corrido en los más altos niveles: Fórmula 1, IndyCar, NASCAR, Le Mans, entre otras.
Un número discreto
Para la edición de este año se esperaba que más de 33 competidores pelearan por un lugar en la parrilla, pero la crisis económica surgida por el covid-19 dio un golpe a la categoría. Si bien se cumplirá el número antes descrito, no fue hasta las últimas semanas cuando se alcanzó esta cifra, dado que varios pilotos que habían mostrado su interés tuvieron que desechar su sueño al no tener el dinero.
Al ver el listado hay historias de todo tipo, pero dos brasileños destacan en ella: Helio Castroneves y Tony Kanaan, uno con tres victorias en la competencia y otro con solo una. El primero sigue en la búsqueda de ese cuarto triunfo que lo coloque en el club más selecto de la competencia, mientras que el segundo está en su gira del adiós. Ambos han sido protagonistas de la categoría.
Desde España, Fernando Alonso también quiere lo propio. Este será su último chance, al menos de aquí hasta 2023, de pelear por la Triple Corona (Le Mans, Mónaco e Indianápolis).
Su futuro jefe en Renault F1, Cyril Abiteboul, ya le advirtió que una vez integrado a la casa francesa para disputar de nueva cuenta la Fórmula 1 no tendrá permiso de arriesgarse en una competencia donde las velocidades superan los 350 km/h, y donde los accidentes, generalmente, terminan con imágenes de monoplazas desintegrándose, pero conservando la integridad del piloto en la mayoría de los casos.
Infografía 500 millas de Indianápolis (La Afición)
Sin embargo, la carrera tendrá dos factores que nunca antes se habían visto en Indy 500 y que podrían cambiar la historia. El primero es la inusual fecha en agosto, donde las temperaturas son mayores respecto al tradicional último fin de semana de mayo. Esto está afectando a la aerodinámica y al desgaste de los neumáticos.
Lo segundo es el aeroscreen, un dispositivo de seguridad implementado en la parte frontal del coche, y que está afectando el desempeño aerodinámico. Ambos factores se están combinando para reducir el número de adelantamientos posibles en el circuito, lo cual tal vez nos ofrezca una carrera con un final menos dramático el próximo domingo.