Porsche hizo rugir al primer vocho deportivo de la historia

Conoce más sobre esta línea poco conocida y de la cual únicamente se construyeron 14 unidades

Vocho deportivo elaborado por Porsche (Cortesía Porsche)
Luis Ramírez
Ciudad de México /

Los nombres de Volkswagen y Porsche tienen una larga historia en conjunto, y aunque algunos solo piensan en esta unión luego de que VW y la casa de Stuttgart pasaron a formar parte del mismo grupo (VAG), su trabajo en conjunto se dio antes de la Segunda Guerra Mundial.

El Volkswagen Tipo 1, conocido en México como vocho, fue el primer producto entre ambos, pero el creador de este producto, Ferdinand Porsche, tenía planes más ambiciosos para este particular modelo: crear una versión “deportiva”.

Fue así como surgió el denominado Volkswagen 39 equipado con el motor Type 64, una versión más rápida del Beetle de la época con ventana dividida, equipando al icono alemán con el motor del Type 64, un corazón que ofrecía 32 caballos de fuerza y alcanzaba velocidades por encima de los 140 km/h.

Sin embargo, el motor no era lo único notable de este Volkswagen, que era conocido como Pretzel Beetle debido a la semejanza de la ventana trasera dividida, como el popular producto de pan horneado.

Para la planificación de su producción se utilizarían herramientas mecánicas por primera vez: componentes como el capó arqueado se fabricaron en una prensa de cuerpo, un método de producción que luego se desarrollaría más y se usaría permanentemente.

El plan de producción de este modelo era construir 50 unidades, pero el inicio del conflicto bélico arruinó estos planes, como muchos otros de la industria automotriz, por lo que solo 14 vehículos fueron armados.

La mayoría de estos vehículos quedaron perdidos durante el conflicto bélico, sin embargo, uno de ellos sobrevivió. El chasis 1-00003 salió de la línea de producción de Porsche en Zuffenhausen, su viaje lo llevó a Berlín a la sede del Frente Laboral alemán, donde poco se sabe de su uso, pero sí se tiene conocimiento de que un coleccionista lo compró en Hamburgo en 1948.

En 2014, los fundadores del Museo de Prototipos de Hamburgo compraron el vehículo clásico y después de tres años de trabajo con un especialista fue restaurado, con algunas piezas fabricadas nuevamente desde cero.

La pieza es parte del orgullo de VW y Porsche, porque demuestra el espíritu de competencia que Ferdinand tuvo desde sus primeros días.


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