Los años pasan y el nombre de Adrián Fernández sigue siendo referencia no solo en el automovilismo mexicano, sino también en el deporte en general, porque se le considera el hombre que llevó de nuevo al país a encontrar su amor con las pistas con sus éxitos en CART e Indy Racing League, que ahora son conocidos como IndyCar.
El 3 de octubre de 2004, Fernández logró su última victoria en esa categoría. Esa fue la última ocasión de un mexicano en lo más alto del círculo de vencedores de IndyCar hasta el pasado 2 de mayo, cuando Patricio O’Ward terminó con 16 años, seis meses y 29 días de sequía al imponerse en el óvalo de Texas.
Para Fernández, ese tiempo no parece tan largo y aún tiene muy fresco en su mente el duelo que tuvo en los últimos giros contra el brasileño Tony Kanaan.
“A mí no se me hace tanto tiempo… obviamente el tiempo vuela, para mí es como si fuera ayer”, dijo Fernández en una entrevista telefónica. “Toda mi historia de IndyCar la recuerdo muy en vivo, pero ha sido bastante tiempo ya”.
“Pero, qué mejor que Pato consiguió ese triunfo en Texas, porque pudo retomar los triunfos de los mexicanos en IndyCar y ya era tiempo”.
Aquella victoria era la tercera que conseguía Adrián Fernández en la IRL, un serial que únicamente se competía en óvalos y que era el rival de la entonces Champ Car, la categoría que visitaba México y donde compartía terreno con otros compatriotas como Michel Jourdain y Mario Domínguez.
Cambio de última hora
Fernández decidió –ya arrancado el 2004– cambiar de última hora a IRL, un movimiento que no sentó bien en los promotores de las carreras en Monterrey y la Ciudad de México, quienes tenían en el piloto y en su escudería (de su mismo nombre) uno de los principales atractivos.
“Yo veía venir los problemas que tenía la serie (Champ Car) y yo tenía una gran responsabilidad con mi equipo, con mis trabajadores. Lo hablamos con los patrocinadores y demás, cambiamos de serie y eso a algunos fanáticos no les gustó mucho, porque teníamos carrera en México, esa parte fue un poco desagradable. Al final la historia me dio la razón de lo que hicimos fue lo correcto"
“Fue difícil adaptarme, porque estábamos decididos a hacer el campeonato de Champ Car en 2004, hacer todo. Pero Honda decidió cambiar a uno de nuestros pilotos a IRL, el japonés Kosuke Matsuura. Empecé tarde el campeonato, hasta la segunda fecha en Phoenix y no tuve tiempo de entrenamientos.
“Pero cuando gané esa carrera en Fontana, era el resultado de que a partir de la quinta y sexta fecha encontramos el ritmo y, durante la mitad del campeonato, fuimos el piloto que más carreras ganó, que más puntos sumó”, recordó el capitalino, que ese año finalizó quinto del campeonato con 445 puntos, resultado de ese triunfo y los obtenidos en Kentucky y Chicago y un podio en Pikes Peak.
Esa última victoria se presentó en la penúltima fecha de ese año, con una segunda visita a Texas cerrando la temporada. Al concluir todos consideraban que Fernández Racing pelearía el campeonato de 2005 ante los favoritos de Andretti Green Racing o Penske, pero el destino dejó la duda que muchas ocasiones persigue a la gente, el hubiera.
“Yo era el favorito para 2005. Nosotros estábamos muy armados, veníamos progresando en el desarrollo del auto, adaptándome al coche de IRL porque era totalmente distinto. El 2004 fue un año muy bonito porque gané carreras con mi propio equipo. Fue algo muy satisfactorio. Desgraciadamente por temas de patrocinio no pudimos concretarlo”.
Después de aquella actuación en Fontana –el mismo óvalo donde en 2000 logró el subcampeonato de la serie Champ Car, el máximo logro que ha obtenido un mexicano en una campaña completa–, Fernández no pensaba que pasarían 16 años para que otro compatriota regresara a la cima, en especial porque México había ganado ya un lugar en la serie.
“Si me preguntaban aquel entonces si alguien pudiera volver a ganar obvio hubiera dicho que sí, porque no era empezar las cosas de cero. México ya se había convertido en un mayor fanático de las carrera, No pensé que fuera a tardar tanto tiempo la verdad, pero ahí te das cuenta de la dificultad que es ganar en Indy”, concluyó un Fernández, quien ve en Pato O’Ward un heredero de sus glorias.