Apenas hace una semana, Patricio O’Ward cruzaba la meta del circuito callejero de St. Petersburg, Florida, consumando su último podio de la temporada 2020 de IndyCar, en una persecución contra el Penske del campeón 2019, Josef Newgarden. Detrás del mexicano se encontraba el neozelandés Scott Dixon, quien alzaba un nuevo título dentro de la categoría con su tercer lugar.
Al momento de llegar al podio, tanto Dixon como Newgarden exclamaron a la cadena americana NBC que debían seguir de cerca al originario de Nuevo León, con el estadunidense comentando: “él es el futuro de la categoría”.
Las palabras de dos campeones no son para menos. O’Ward estuvo gran parte de la temporada en la tercera posición del campeonato y al final se ubicó cuarto de la clasificación de pilotos, la mejor posición que un mexicano con una temporada completa ha obtenido dentro de IndyCar.
“No tengo cómo describir mi sentimiento al haber escuchado sus palabras. Son pilotos que llevan corriendo años, son ídolos, yo crecí viéndolos competir, así que es especial que digan eso de mí. Estoy muy contento porque fue un muy buen año. Como humano siempre quieres más, nos quedamos cerca del tercer lugar y eso era en donde queríamos estar, pero al final estamos satisfechos con lo que hicimos”, dijo O’Ward vía telefónica.
Confianza, el factor clave
A lo largo de la temporada, el originario de Nuevo León fue colocándose como un piloto constante dentro de los 10 primeros, al grado de pelear el campeonato. Sus resultados le valieron la renovación con el equipo Arrow McLaren SP para competir con ellos en 2021.
Los resultados fueron diferentes a los que obtuvo en 2019 cuando disputó la mitad del calendario con el equipo Carlin. El mexicano llegó con ellos de última hora luego de que su acuerdo inicial con la escudería Harding se cayó. La falta de preparación cobró factura de inmediato y con ejemplos duros como su eliminación para participar en las 500 Millas de Indianápolis, una situación que también vivió Fernando Alonso al competir con la misma escuadra.
Ahora, O’Ward finalizó sexto en la mítica carrera. ¿Cómo se dio ese avance en los resultados? Para él, la respuesta es sencilla.
“Tuve la oportunidad de estar en un buen equipo que me permitieron exponer mi potencial. Todos íbamos al mismo objetivo y eso me ayudó a poder sacar mi potencial. Tuvimos la preparación adecuada y a lo largo de la temporada lo capitalizamos”.
Para el mexicano, el siguiente paso no es quedar dentro de los cuatro primeros, sino volverse un contendiente por el campeonato. Para ello, sabe que necesita obtener su primera victoria, un hito que estuvo cerca de conseguir este año, la última ocasión en el cierre de temporada en el circuito callejero de St. Petersburg, donde persiguió a Newgarden.
“Siendo muy honesto me pude haber tirado en St. Pete, pero como estaban las condiciones de la pista, resbalosa, con demasiada suciedad, pensé que si me lanzaba o lo sacaba o nos sacábamos los dos, pero igual podíamos tocarnos y perdíamos seis posiciones porque los demás estaban listos para atacarnos.
“Hemos estado cerca, la hemos visto próxima, pero solo nos falta tener una carrera en donde todo sea perfecto para conseguir esa victoria que queremos que sea la primera de muchas. Para ser contendientes al campeonato no tenemos que cometer errores, no dejar puntos en la mesa. Es un gran objetivo, pero es para lo que estamos aquí”.
Con apenas 21 años, O’Ward tiene todo un camino por delante e igualar y superar el subcampeonato que Adrián Fernández logró en el 2000 es el objetivo de vencer. Si lo consigue, México tendrá un campeón en una de las series más importantes del mundo.
“Solo nos falta tener una carrera en donde todo sea perfecto para conseguir esa victoria que queremos que sea la primera de muchas”