El inicio de temporada de Patricio O’Ward en IndyCar no ha sido el mejor. Después de terminar duodécimo en San Petersburgo (Florida), el piloto mexicano sufrió y terminó XPEL 375 en Texas Motor Speedway en la decimoquinta posición.
El regiomontano, que llegó a tomar hasta la tercera plaza en algún punto de la carrera, acabó las 248 vueltas con muchas complicaciones, con problemas en los pits y un accidente con uno de sus mecánicos, el cual fue determinante para el resultado de la carrera.
Fue un final dramático con el triunfo de Josef Newgarden, que le arrebató el triunfo a Scott McLaughlin en la última curva y le ganó por 66 milésimas. Marcus Ericsson acabó la carrera en la tercera posición; Álex Palou, actual campeón del serial, acabó la carrera en el séptimo lugar.
Con este triunfo, Team Penske consiguió su victoria número 600 en la categoría IndyCar.
Buen inicio, mal cierre
Desde la décima posición, Patricio O’Ward demostró gran desempeño en el óvalo de Texas Motor Speedway, al meterse rápidamente en la lucha y escalar posiciones. Lo que le abrió la puerta fue que Alexander Rossi presentó problemas de batería en la vuelta 15 y pasó a pits para hacer unas reparaciones, pero terminó por abandonar la carrera; apareció la bandera amarilla y muchos pilotos aprovecharon para detenerse en los boxes. O’Ward, que en la segunda vuelta bajó a la decimocuarta posición, escaló al octavo puesto al rebasar a varios por la línea externa.
Beneficiado por la primera ronda de detenciones bajo bandera verde, O’Ward subió rápidamente al tercer lugar, por detrás de Josef Newgarden, otro piloto que también sacó provecho de la situación, además del líder Scott McLaughlin. En la vuelta 90, Arrow McLaren SP le pidió a Pato cederle puesto a su compañero Felix Rosenqvist por motivos de estrategia — tener autos alineados por motivos de combustible — con lo que el mexicano bajó a la cuarta posición.
Apareció una segunda bandera amarilla en la vuelta 99, debido a que Takuma Sato se tocó con el muro mientras intentaba rebasar a Devlin DeFrancesco por la línea externa, pero el japonés terminó por irse por el lado sucio de la pista.
La carrera se complicó pasadas las 100 vueltas: primero con el abandono de Romain Grosjean por problemas mecánicos, además de una complicada parada a pits de los McLaren: Rosenqvist perdió tiempo por una llanta trasera mao ajustada, mientras que O’Ward golpeó accidentalmente a uno de sus mecánicos con el neumático delantero izquierdo, además de que su llanta trasera derecha tardó en ser reemplazada. El mexicano recibió una sanción y, tras estar en la posición 16, se colocó por detrás incluso de los pilotos rezagados. Para la vuelta 115, regresó la bandera amarilla porque Kyle Kirkwood perdió el control de su auto y se estampó en la curva 4. O’Ward, en el vigésimo primer lugar, aprovechó y paso a pits en la vuelta 118 para llenar su tanque y cambiar su alerón delantero, que fue afectado en el accidente de Pato con su mecánico, cuando este último se apoyó en el ala tras levantarse del incidente.
El ritmo de la carrera volvió a cortarse en la vuelta 129, cuando Helio Castroneves, Graham Rahal y Devlin DeFrancesco se pegaron entre la tercera y cuarta curva, con lo que el mexicano recuperó tres posiciones. Su compañero Rosenqvist tuvo mala suerte y abandonó la carrera porque su monoplaza presentó fallas en la suspensión trasera derecha.
A pesar de que intentó recuperarse, O’Ward sólo pudo subir hasta la decimoquinta posición. La mañana, que comenzó esperanzadora al ver al regiomontano en el tercer puesto, terminó en una tarde amarga.
FCM