La gloria se le sigue negando a Patricio O’Ward. El mexicano estuvo a nada de ganar las 500 Millas de Indianápolis, pero Josef Newgarden fue el ganador en ese intercambio de rebases y le ganó en la última vuelta al mexicano, con lo que se proclamó campeón de la Indy500 por segundo año consecutivo.
Fueron tres décimas las que separaron a Pato de ese histórico resultado. Por tercer año consecutivo, la ilusión tricolor se desvaneció, como en 2022, cuando se quedó segundo, o en 2023, cuando Marcus Ericsson lo sacó de pista. Ahora, en 2024, el regiomontano se tuvo que conformar con otro segundo lugar que si bien le ayuda en la clasificación, deja un sabor amargo por lo cerca que estuvo de ganar.
Jornada accidentada
Fue una carrera accidentada desde antes de su comienzo, ya que se retrasó la largada debido a que era imposible correr debido a las condiciones climatológicas y los rayos. Una vez que se dio luz verde para la actividad de esta 108 edición de las 500 Millas de Indianápolis, comenzó una tarde repleta de acciones y abandonos.
Tom Blomqvist perdió el control de su coche en la primera curva y pasó a llevarse a Marcus Ericsson, mientras que Pietro Fittipaldi fue tocado por Callum Illot y también quedó fuera de acción, lo que provocó la primera bandera amarilla de la tarde. Además, el novato Marcus Armstrong tuvo que abandonar por una falla en su motor.
La carrera se reanudó en el giro 10 y Kyle Larson tuvo un toque con Ryan Hunter-Reay en el relanzamiento. O’Ward fue rebasado por Felix Rosenqvist en la vuelta 17, pero tanto él como el sueco dejaron atrás a Rinus VeeKay para que el mexicano llegara a la séptima posición. El motor de Katherine Legge voló en la vuelta 23 y salió otra bandera amarilla, lo que aprovecharon los pilotos para visitar los pits.
Así como vino la reanudación, cayó otra bandera amarilla por el choque de Linus Lundqvist, sexto abandono de un monoplaza motorizado por Honda. Después de concluidas las primeras 50 vueltas, Pato marchaba octavo, a casi 3.5 segundos de diferencia con Scott McLaughlin, en ese entonces líder de la Indy500.
El motor de Rosenqvist falló en el giro 57 y provocó una nueva bandera amarilla, mientras que O’Ward tuvo una mala detención en pits y cayó a la posición 18, por lo que le tocó remontar. Para el giro 83, el mexicano dejó atrás a Scott Dixon y se colocó duodécimo; Colton Herta, con motor Honda, perdió el control de su coche en la vuelta 87 y se vio obligado a abandonar. Para el ecuador de la carrera, Pato se conservaba en el duodécimo lugar, pero lo mejor estaba por venir.
Patricio comenzó una estrategia alterna y le funcionó para meterse dentro de los primeros puestos, además de que Will Power se pegó en el giro 147 y provocó una bandera amarilla. Con menos de 50 giros por recorrer en las 500 Millas de Indianápolis, Alexander Rossi y Pato O’Ward comenzaron a alternar el liderato para mantener a raya a Scott Dixon y sus perseguidores, hasta que se detuvieron en la vuelta 172 y Rossi salió por delante de Dixon y O’Ward.
Con las últimas detenciones a pits, Newgarden tuvo el liderato, con Rossi y O’Ward detrás de él, luego de que el mexicano rebasó a Dixon. Comenzó el intercambio de rebases y Pato se colocó segundo a siete giros de la conclusión, a siete décimas de Newgarden, hasta que lo rebasó con cinco vueltas por correr. Y aunque el estadunidense se recuperó un giro después, Pato casi da la estocada final, hasta que Newgarden recuperó en la vuelta final y se llevó la victoria por segundo año consecutivo.
ZZM