Un día después la recompensa llegó para el #10 del equipo de Wayne Taylor Racing, quienes consiguieron su tercera victoria en las últimas cuatro ediciones de las 24 Horas de Daytona, en esta ocasión con la tripulación compuesta con el japonés Kamui Mobayashi, expiloto de F1, Scott Dixon, cuatro veces campeón de IndyCar, Ryan Briscoe y Renger Van Der Zande.
A diferencia de 2019, la carrera se vivió a un ritmo veloz y se estableció un récord de distancia con 833 giros durante el tiempo de competencia, lo que demuestra que las denominadas pruebas de resistencia se han convertido en carreras sprint con un día de duración.
Tal demostración también llegó en la categoría GTLM (Gran Turismo Le Mans) donde el BMW #24 del equipo de Bobby Rahal se llevó el triunfo ante una fuerte persecución de los Porsche #912 y #911, que en su afán por alcanzar a su rival estuvieron cerca de eliminarse entre ellos.
Atrás y sin opciones de victoria quedó el colombiano Juan Pablo Montoya, quien con su tripulación #6 Acura-Penske esperaba lograr su cuarto triunfo en esta legendaria carrera donde ya se ha impuesto a lado de pilotos mexicanos como Guillermo Rojas o Salvador Durán.
De igual forma, la participación de su compatriota Tatiana Calderón quedó a mitad de camino cuando su Lamborghini #19 se incendió en las primeras horas del domingo luego de una dura madrugada en la que perdieron la séptima posición.
Pero al caer la bandera de cuadros, todos los pilotos tenían en la mente que Daytona siempre ofrece revancha, y aunque tendrán que esperar un año, esa oportunidad siempre estará ahí.