La odisea de los 12 niños de un equipo de futbol y su entrenador, hallados con vida tras diez días atrapados en una caverna inundada en Tailandia, se prolongará algo más, ya que los rescatistas deben ver cómo los sacan a salvo, dijo el gobernador de la provincia de Chiang Rai.
Los buceadores tuvieron que avanzar por estrechos pasadizos y aguas turbias antes de encontrar a los chicos, sobre una roca elevada a unos 4 kilómetros de la entrada.
En un video filmado por el equipo de salvamento, las luces parpadeantes de linternas mostraron a niños vestidos con pantalones cortos y camisas rojas y azules sentados y de pie sobre la roca, por encima de una poza.
"¿Cuántos de ustedes están allí, 13? Genial", les dice a los chicos un miembro del equipo de rescate multinacional que habla en inglés. "Has estado aquí 10 días. Eres muy fuerte".
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"Muchas gracias", dice uno de los muchachos.
Uno de los chicos pregunta cuándo podrán salir de la cueva, a lo que el rescatista responde: "Hoy no, hay que bucear".
Dos submarinistas británicos, John Volanthen y Rick Stanton, fueron los primeros en llegar hasta los niños, ya que tenían mucha experiencia en este tipo de operaciones, según Bill Whitehouse, vicepresidente del Consejo Británico de Rescate en Cuevas (BCRC, por sus siglas en inglés).
Hallaron al grupo junto con un equipo de fuerzas especiales de la Marina tailandesa.
Los socorristas se centraron en un promontorio elevado, al que llamaron "Pattaya Beach", en la tercera cámara del complejo de cavernas, pensando que podría haber dado cobijo a los niños cuando el agua de lluvia inundó la cueva.
"Las fuerzas especiales reportaron que (...) llegaron a Pattaya Beach, que estaba inundada. Así que fueron 400 metros más allá, donde hallaron a los 13 (...) a salvo", comentó el gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, a un exultante grupo de reporteros.
El hallazgo con vida de los niños fue recibido con júbilo en todo el país, que seguía al minuto cada episodio de la historia. Familiares de los chicos, que esperaban noticias en un refugio cercano a la cueva, fueron vistos celebrando, riendo y recibiendo llamadas tras conocerse la noticia.
Los muchachos, de entre 11 y 16 años, desaparecieron con el joven de 25 años después de una práctica de futbol el 23 de junio, cuando fueron a explorar el complejo de cuevas Tham Luang en un parque forestal cerca de la frontera norte con Myanmar.
Los socorristas deben decidir ahora la mejor forma de sacar al grupo, que se encuentra muy debilitado. Les fueron suministrados geles energéticos para alimentarse mientras se perfila el plan para extraerlos de forma segura.
Una de las opciones que se maneja es esperar hasta que baje el nivel del agua, o enseñarles a usar equipo de buceo para salir de la cueva inundada.
JOS