Feliz se vio a Leo Valadez, salir a hombros entre gritos de torero, torero, tras una templada y sólida actuación que caló hondo en la exigente afición tapatía. Ayer, se encontró con el bravo Teporocho de la ganadería de Pozo Hondo, y juntos brindaron una tarde inolvidable.
Durante los dos primeros tercios, así como en el inicio de la faena con la muleta en el que Valadez se llevó con doblones mandones del tercio a los medios, al codicioso Teporocho, se presagiaba la faena grande. Y así fue. Largos, muy largos y templados fueron los derechazos y naturales que instrumentó el diestro capitalino, en un palmo de terreno. Series aderezadas con el pase de la firma, el desdén, molinetes o auténticos forzados de pecho que pusieron a la plaza de pie.
Sin ventajas, citando de largo al toro, fue engarzando series por ambos lados que incluso provocaron que se asomaran algunos pañuelos blancos pidiendo el indulto, el toro no era para indulto. Con la misma decisión que mostró al aguantar las bravas acometidas, se fue tras el acero para sepultarlo hasta mojarse los dedos de sangre. En segundos rodó sin puntilla el toro y el juez atinadamente le concedió las dos orejas a Leo Valadez y la vuelta al ruedo al toro de la dehesa zacatecana.
Con su primero, tercero de la tarde, tuvo una actuación férrea, pisó terrenos comprometidos para extraer naturales de gran calidad, naturales lentos con la mano baja, que tuvieron eco en los cerca de seis mil aficionados. Mató en entera ligeramente contraria cortando la primera oreja de la tarde.
Arturo Macías, con el abre plaza, realizó una faena de menos a más, ante un toro que aguantó más pases de lo que se esperaba debido al tonelaje que cargo de 635 kilos. Pinchó y todo quedó en salida al tercio.
Con el cuarto, poco pudo hacer debido a que Cardenche se agarró al piso y regateó las embestidas. Decidió regalar un séptimo que resultó soso y deslucido.
Muy poco se mostró el peruano Joaquín Galdos, con su primero Jibarito realizó un trasteo largo que no conectó con el tendido y con el quinto el de menor presencia de la tarde, su labor pasó desapercibida.
Hoy cambiaron las autoridades de plaza, quedando como juez el licenciado Alfredo Sahagún, que tuvo una notable y firme actuación.
Ganadería: se lidiaron siete toros de Pozo Hondo de impecable presencia (exceptuando el quinto) que escucharon palmas al salir al ruedo. Destacó el bravo y fijo Teporocho corrido en sexto.
Arturo Macías: pinchazo y tres cuartos de acero, al tercio; entera y un golpe con la corta, silencio; tres cuartos en buen sitio, silencio.
Joaquín Galdos: tres cuartos delantera, silencio; entera y dos viajes con la corta, silencio.
Leo Valadez: entera contraria, oreja; entera desprendida, dos orejas y vuelta al ruedo al toro.
MC