Remontada a la Diabla

LMB. Los pingos ganaron su primer juego inaugural en casa en 64 años, al vencer 14-8 a Tigres; Oswaldo Arcia y Japhet Amador conectaron dos jonrones cada uno.

Diablos gana su primer juego inaugural en casa en 64 años. Iván López
Rodrigo Rocha
Ciudad de México /

Diablos Rojos logró la primera victoria oficial en el arranque de temporada en su nueva casa, a pesar de que los felinos comenzaron en fuego y mandaron ocho a batear solo en la primera entrada. Doblete de Frank Díaz empujó la de la quiniela en los spikes de Rubén Sosa, otro batazo de dos bases, éste de Francisco Córdoba, dio ventaja de 3-0 a los visitantes. Sin embargo, al cierre del mismo capítulo el equipo comandado por Víctor Bojórquez respondió y empató con cuadrangulares espalda con espalda de Japhet Amador (de dos carreras) y Oswaldo Arcia.

A Tigres no le gustó que maltrataran a su abridor, Javier Solano, y se desquitó con el debutante Matt Gage, quien a pesar de solo tener dos días en el equipo escarlata, fue nombrado el abridor por los pingos. El estadunidense, quien fue pelotero del Flying Squirrels de Richmond en 2016, cuando esta sucursal de Gigantes de San Francisco era dirigida por Miguel Ojeda, decepcionó en su presentación en México, pues solo pudo sacar cuatro outs.

Y es que en la segunda Justin Greene le sacó la pelota del parque para devolver la ventaja a Tigres (4-3), Sosa le conectó sencillo y Brian Hernández le negoció pasaporte. Su labor fue de 1.1, 7 hits, 5 carreras (todas limpias), una base y un ponche.

Su relevo, Octavio Acosta, no pudo apagar el fuego, sino todo lo contrario, permitiendo que con un imparable de Manny Rodríguez y un vuelacercas de Córdoba, con dos a bordo, los de Quintana Roo se fueran arriba 8-3.

Una leve llovizna comenzó a mojar el césped, pero a pesar de que al cierre de la tercera, ésta había arreciado, el juego continuó como si nada. Y los locales lo agradecieron.

Así llegó el momento de Iván Terrazas. Primero puso las cosas 8-5 con un palo de vuelta entera con el que se llevó a Carlos Figueroa por delante. Luego empató los cartones con un doblete que llevó dos al plato e hizo explotar a Solano, quien dejó números de 3.1 entradas lanzadas permitiendo 7 hits y 8 carreras, todas limpias.

A partir de entonces, el juego se pintó de rojo.

David Vidal cerró el ataque en esa cuarta tanda con imparable productor que por primera vez en el juego le dio la ventaja a los locales: 9-8.

Mientras en la parte alta de la quinta, Acosta enmendó su labor haciendo que por primera ocasión en la noche el pitcheo escarlata retirara un inning en 1-2-3, en la parte baja Arcia dio dos de ventaja a Diablos con su segundo bambinazo del encuentro.

Japhet lo emuló en la séptima y volvió loca a la tribuna, pero Diablos no se conformó con ese 12-8 y anotó un par más para sentenciar la noche e iniciar la fiesta en el eufórico infierno.

Diablos Rojos ganó 14-8, la victoria se la apuntó Octavio Acosta (1-0, 7.36) y la derrota fue para el panameño Fabián Williamson (0-1, 27.00).

De esta manera, la novena escarlata rompió una racha de dos derrotas en los juegos oficiales inaugurales de sus últimas dos casas, el Foro Sol y el estadio Fray Nano, es de hecho su primer triunfo en un encuentro así desde 1955, cuando vencieron a Sultanes de Monterrey en el extinto Parque del Seguro Social, hace 64 años.

Esta vez no fue un partido intrascendente, que dejara indiferente a los asistentes. Los dos rivales con más arraigo en la capital del país se enfrentaron, prendieron al público y escribieron de forma magistral la primera página oficial en el Nuevo Infierno.

El beisbol por fin llegó al estadio Alfredo Harp para escribir su primera historia… y lo mejor de todo es que esto es solo fue la primera de muchas más que vendrán.

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