De forma paralela se construyeron dos leyendas del deporte profesional en Tamaulipas: la Jaiba Brava del Tampico-Madero y Sergio Lira Gallardo.
A principios de los Ochenta, la escuadra en manos del Sindicato Petrolero y el jugador originario de Tamiahua, Veracruz, crearon su camino lleno de protagonismo, lo cual le dio al atacante un título de goleo y un ascenso en 1994.
Fueron 20 años de carrera en el fútbol profesional, donde el atacante dejó alma, vida y corazón en cada una de las canchas que pisó, pero fue en el equipo celeste donde tuvo una brillante carrera a pesar de solo jugar cuatro años, suficientes para ganar la admiración y cariño de la afición por sus goles.
Hoy, cerca de cumplir 63 años (el próximo 24 de agosto) goza de buena salud, pasa gratos momentos con su familia y es trabajador activo en la Sección 42 de plataformeros de Pemex.
“El fútbol me lo dio todo, mi familia, amigos, alegrías, conocer varios lugares y el gusto de jugar en varios equipos de Primera División; fue algo bueno; no pido más, soy feliz, estoy contento con mi familia. No me complicó la vida y lo que se acabó, se acabó y hay que seguir adelante. El fútbol m e h a dado esa oportun i d a d de poder conseguir varias cosas extra futbolísticas”.
Sus inicios se dieron en su natal pueblo veracruzano, un pasito que posteriormente se convirtió en uno más grande.
“Comencé en Tamiahua, constantemente acudía a Álamo, donde estudiaba. Era 1978 y se hizo la selección Tamiahua, jugaba muy bien. fuimos a un estatal y después aún nacional representando a Veracruz, llegamos lejos”.
En una ocasión, Enrique Núñez de Cáceres (QEPD), con una amistad con Ricardo Barrios (QEPD), me dijo que si quería ir a Tampico, que aprovechara.
Anteriormente experimentó en Querétaro, pero al no darse una paga volvió a tu terruño para seguir con la carrera de Agronomía.
“Ricardo me pidió ir a Tampico para tener la oportunidad, que me vieran, el entrenador era comentarista deportivo también; llegué el lunes por la tarde a Tampico y me presenté con el entrenador Pedro Araya, un chileno".
Ahí empezó todo; "ese día iba a haber interescuadras,. el entrenador pidió un delantero, levanté la mano y me dijo ‘bueno, de una vez para verme’. Marqué cinco goles ese día”, comentó.
Días después jugaba en el estadio Azteca con el Tampico. Se perdió 2-1 con el Atlante, pero le cometieron un penal, sin embargo, el ‘Toro’ Gómez se lo impidió porque “estaba chamaco”.
Al concluir, Lira Gallardo fue presentado a José Antonio Roca, futuro técnico celeste. “Me dijo que arreglará todos mis problemas”. Señal clara: se quedaba en el equipo definitivamente.
“Ahí empezó mi carrera la cual duró 20 años”
Con Tampico jugó tres temporadas y marco 25 anotaciones. Se fue al Atlante un año y después a Oaxtepec donde anotó 19 pases a la red. Al regresar con el ahora el Tampico-Madero, franquicia surgida por el Sindicato Petrolero, fueron 7 años defendiendo la casaca celeste y protagonista de la mejor época del fútbol en la zona sur de Tamaulipas. Posteriormente pasó a Tigres, Puebla, regresando a Tampico-Madero dos temporadas para conseguir el ascenso a Primera División y acabar en el Puebla.
LS/ES