20 años de felicidad y nostalgia en el Abierto Mexicano de Tenis

Terminó una edición más del AMT, un año que involucra sentimientos encontrados, porque se vivió el último torneo en el complejo que fue el lugar de grandes emociones por dos décadas

Abierto Mexicano de Tenis cambiará de estadio (Reuters)
Acapulco /

El complejo del Abierto Mexicano de Tenis vivió su última edición de este ATP 500, lugar en el que quedarán anécdotas, recuerdos y nostalgia. Después de tanta historia el rectángulo de las emociones pasará su brillo en un nuevo estadio, donde las nuevas generaciones serán las encargadas de continuar con el gran éxito de esta competición.

En un inicio este certamen se llevaba a cabo en la Ciudad de México en el Club Alemán pero se tuvo que mudar al Puerto de Acapulco, ya que la altura de la capital no permitía era un problema para traer grandes referentes, aunque, cabe mencionar que hubo otras alternativas como sede entre ellas Puerto Vallarta y Cancún, pero se decidió que fuera en Guerrero por la distancia que había en la ciudad y por la carretera que se acababa de inaugurar, una decisión acertada para los organizadores.

"Primero se vieron Puerto Vallarta, Acapulco y Cancún, y decidimos Acapulco porque la carretera estaba recién inaugurada, eran tres horas y hacía sentido, nos fuimos por eso porque estábamos convencidos, el nivel del mar iba a traer un nivel de tenis totalmente diferente al que podíamos tener en la Ciudad de México y el tiempo le ha dado la razón", comentó Raúl Zurutuza, director del Abierto Mexicano de Tenis.

Una de las historias que cierran un episodio del complejo se llama Renata Zarazúa, haciendo vibrar a cada uno de los espectadores que creyeron en ella y que pese a caer en la antesala de la final del AMT, se convirtió en la primera mexicana en llegar a las semifinales de esta competición.

Rafael cierra otro episodio

Rafael Nadal, uno de los máximos referentes de este Abierto Mexicano de Tenis, vuelve a ser el parteaguas en este torneo. En el 2013, cuando el español se coronó fue la última vez que se jugó en arcilla dentro de esta competencia, una edición más tarde el complejo cambiaría a cancha dura.

El número dos del ranking mundial fue parte de la final, pero más allá de eso, cierra la historia de un complejo que seguramente se quedará con todas las emociones que hicieron vibrar las gradas con cada pelotazo que daba,sus triunfos, derrotas y obviamente sus títulos.

Un torneo que ha evolucionado

David Ferrer, otro de los consentidos por el público, solo puede sentir empatía por Acapulco y aunque le da nostalgia el cambio de sede, sabe que es porque "han intentado evolucionar y mejorar, eso es lo importante, es lo que más me gusta aquí".

Ahora solo quedará recordar todos los bellos momentos y prepararse para los nuevos retos que implicarán el tener una nueva casa.


  • Zeltzin Zamora
  • zeltzin.zamora@milenio.com
  • Editora digital de La Afición, amante de los deportes, pero sobre todo fiel seguidora de los colores azulgrana.

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