Dentro de la élite del deporte hay un factor infravalorado: la diversión que produce practicar alguna disciplina. Madison Keys se había olvidado de ello pero lo ha retomado en este inicio de temporada; para muestra, sus semifinales en el Australian Open y el título en Adelaida.
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La estadunidense estará presente en la tercera edición del Abierto Zapopan y llegará como una de las primeras clasificadas. Aquella final del US Open en 2017 sigue siendo el punto más alto de su carrera, pero más de cuatro años después su carrera podría estar a las puertas de un segundo aire.
“Quería tener tiempo para reiniciar después de un largo viaje y poder tener un buen entrenamiento; estaba preparada para otra ronda de torneos y Guadalajara me dio esa oportunidad”, compartió Madison sobre su decisión de asistir al torneo más importante de Jalisco.
Una de las claves para ella, según reveló, fue enfocarse en trabajar duro y competir de la mejor manera posible, sin enfocarse en el resultado. Esa fórmula le dio resultado para tener un buen inicio de año y llegar a Guadalajara con sensaciones positivas.
Divertirse mientras juega al tenis fue su principal misión dentro de la pretemporada, así lo dijo la propia Keys: “Realmente me enfoqué en divertirme de nuevo en la pista y reducir mi estrés asociado al tenis, para poder permitirme a mí misma jugar a un mayor nivel y disfrutarlo”.
Para el resto del año, la norteamericana buscará seguir por el mismo camino que le ha dado resultados. A pesar del buen inicio de año, no ha cambiado su visión para la temporada. “Mis expectativas son las mismas: trabajar duro y competir muy bien en cada partido”, finalizó.
Madison Keys volvió al top 30 después de la gira australiana en enero. Si no hay cambios grandes en el ranking WTA, llegará a Guadalajara como la segunda sembrada del torneo, solo por detrás de Emma Raducanu.
SRN